Una innovadora puesta en escena para la gala de la 62 edición de SEMINCI
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La escenografía ocupó prácticamente todo el escenario: un corpóreo de ocho metros de alto por diez de ancho y, sobre él, una pantalla de seis metros, todo pensado para ser el soporte de un video mapping. Una puesta en escena diferente y compleja, ya que las diferentes piezas que formaban el corpóreo tenían que estar ensambladas al milímetro para que los vídeos se proyectasen a la perfección y el público pudiera disfrutar de un efecto óptico envolvente.
SEMINCI, que se considera un festival de cine alternativo, ha cambiado la típica alfombra roja por la que desfilan las celebrities, por una “alfombra verde”. Por ella pasaron todos los invitados y protagonistas del certamen y la agencia Madison MK que, por décimo año consecutivo participa en la organización de las galas de inauguración y clausura, fue la encargada de la producción de esta particular `pasarela´ que recibe a los actores, directores y personalidades.
José Corbacho y Marta Nieto fueron los maestros de ceremonia de una gala en la que se reivindicó la figura de la mujer cineasta y el cine de autor, y se rindió homenaje a la actriz madrileña Marisa Paredes y al realizador mexicano Arturo Ripstein. La sorpresa de la noche la protagonizó Pedro Almodóvar, que apareció en la gran pantalla situada en el escenario para felicitar a Marisa Paredes, galardonada con la Espiga de Honor por su trayectoria profesional.
Una cita anual que se reinventa en cada edición y a la que han acudido amantes del cine de 38 países, más de 1.500 invitados, 80.000 espectadores en las salas, más de 50 medios, con un retorno superior a los 4,5 millones de euros al año.