Thinketers y ACNUR convierten la Estación de Chamberí en un refugio antiaéreo
Compartir noticia
Escuchar
“Hemos transformado la estación en un espacio simbólico que busca concienciar a la población española sobre uno de los grandes retos de nuestra época: la situación de las personas refugiadas y desplazadas forzosas”, comenta Sophie Muller, representante de ACNUR en España y continúa: “A través de esta vivencia, las personas han podido integrarse en las imágenes que, cada día, nos llegan a través de los medios de comunicación de estaciones de Kiev o de Járkov, en Ucrania. Se han podido poner en su lugar y sentir en primera persona cómo tu vida puede cambiar de un día para otro y ver cómo una estación se convierte no sólo en un refugio de seguridad, sino además en tu hogar. Cada uno de los 100 millones de refugiados y desplazados que existen hoy en el mundo suponen #100MillonesDeRazones para seguir trabajando cada día y agradecer a quienes lo hacen posible”.
La agencia y productora transmedia Thinketers ha sido la encargada de producir la experiencia. Como nos explica Laura Gómez, Head of Brand Experience de Thinketers: “No sólo queríamos que la gente sintiera por unos minutos lo que supone pasar día tras día en un andén o vestíbulo de una estación. Queríamos transmitir que esta realidad no está tan lejos de nosotros, ni hace tanto que las estaciones de Metro de Madrid y Barcelona se convertían en refugios durante la Guerra Civil. Para poder acercar esta vivencia, hemos creado una experiencia audiovisual y una decoración envolvente, donde los visitantes han podido sentir en su piel la necesidad de refugiarse de las bombas y ponerse en el lugar de quienes han visto cómo una estación de tren servía de protección para toda su familia”.
Esta experiencia, con un total de 17 pases, ha sido posible gracias a la colaboración de Metro de Madrid y Fever. Además de representar la dureza de un viaje y una situación terrible, no han querido perder la esperanza representada por 100 velas y un concierto de Candlelight-Fever, un dúo de cuerda con violín y chelo. Cada una de las 100 velas representaba a un millón de personas refugiadas.
Desde Fever nos dicen que calculan la asistencia en más de 500 personas entre pases institucionales y genéricos. ¿Algunas reviews? «Impresionante el sitio y por desgracia cuánto sufrimiento hay en esas paredes. No sólo por los refugiados, sino por nuestra propia guerra. El metro era el refugio antibombas».