Singin’ in the rain
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Singin’ in the rain
Pues ha pasado… Si no lo sabes todavía, la gala de los Premios eventoplus, que congregó la flor y nata del sector meetings & events un año más, fue acortada por una épica tormenta de verano. La “completa con pepperoni”: gotitas, luego gotazas, truenos, relámpagos…
Ante todo, no rehuyamos nuestras responsabilidades: es inaceptable. Uno tiene que tenerlo todo previsto. La gente ha venido para disfrutar de una cena completa (con postre no empapado incluido) y ver la gala sentada tranquilamente hasta el final, para volver a casa con zapatos limpios (por muy mítica que fuera la arena y el barro de Las Ventas…). Los sponsors (Andalucía, IBTM World, Meliá, para no perder una oportunidad de darles protagonismo) y los grandes colaboradores de este evento, merecían su reconocimiento CON megafonía… Así que perdón a todos los que se volvieron a casa decepcionados, frustrados. Y encantado de escuchar cualquier comentario o queja, estoy a vuestra disposición. Pero quería aquí destacar tres dimensiones de esta noche colorida.
¿Por qué pasó? Las explicaciones importan poco y no entraré en detalle… Había parte meteorológico hora por hora, podía llover por la tarde pero no por la noche. Además el montaje se complicó por muchos temas (incluyendo el diluvio de la noche anterior que impidió programar y hacer ensayos) y complicaba mucho el hecho de poner una carpa. Pero seamos francos: aceptamos hacer este evento sin carpa y esto era un riesgo como la historia tristemente ha demostrado. Había previsión absoluta de no lluvia a esta hora (con un servicio contratado de meteo muy local hora por hora), pero las tormentas de verano parecen escapar a las previsiones más científicas… Las Ventas es una joya, y si no se preveía lluvia, no íbamos a tapar esta joya (las carpas que se podían plantear no eran transparentes).
Nuestra locura. Los Premios no son un momento racional. No tendríamos que hacer esto. Ninguna entrega de premios en Europa se hace con un montaje tan impresionante como los Premios eventoplus, porque somos así. Los Premios de nuestro sector tienen que ser excesivos, grandes, preciosos. Y creo francamente que estos premios desatan más pasión y calor que cualquier otro en Europa, porque son este momento de locura y no de gestión. Y dentro de esta locura ha entrado el hecho de tomar este riesgo. Con esto no quiero decir que es normal no tener el plan B perfecto, pero sí, explicar una dimensión de lo que pasó.
Y salió lo mejor de este sector. Gente se fue por supuesto… pero vimos lo mejor. Vimos mucho singin’ in the rain. Vimos gente quedándose con las botas puestas en su mesa más de lo razonable, comiendo un postre que se convirtió en sopita. Vimos una improvisada barra cubierta. Vimos la gente volver a salir al ruedo a tomar copas, y quedarse hasta que la seguridad pusiera un lógico punto final. Vimos el increible Marcos Canas entregando trofeos sin megafonía, gritando el veredicto de las categorías que quedaban. Vimos mucha solidaridad y comprensión ante algo que ha pasado a muchos de vosotros. Vimos pasión, cariño, risas. Oímos algunos “¡Esta ha sido la mejor gala de todas!”. Vimos abrazos y besos. Vivimos la entrega más movidita, más loca de todos estos años.
En fin, no ha sido la entrega que queríamos, y de nuevo, sentimos en el alma que todo no se haya podido desarrollar como previsto. Pero dentro del imprevisto, ha creado momentos memorables, ha fomentado un networking increíble, ha creado experiencias, emociones y grandes momentos. Y a nivel muy personal, si bien he vivido lo que han sido los momentos más duros de estos años, me quedo con recuerdos de un sector increíble, de gente comprometida y apasionada. Todo esto ha reforzado esta famosa locura de los Premios.
Esto seguirá. Preparamos muchas cosas para este post-evento. En nombre de todo Grupo eventoplus, perdón a todos, y gracias a todos. Este es más que nunca, el sector más increíble del mundo.
No dudes en enviarnos a premios@eventoplus.com tus impresiones, comentarios, fotos, vídeos, etc. Positivos o negativos. Gracias,