Seguridad en eventos: el caso de las fiestas de La Mercè
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Frank coordinó un equipo de 150 controladores para los accesos del público en la Plaça dels Àngels, Castellers Plaça Sant Jaume, Catedral de Barcelona, Ciutadella, Correfoc, Plaça Coromines, Avda Maria Cristina, Moll de la Fusta, Nou Barris, Paral.lel, Platja Damm y la Rambla Raval, durante cuatro días. Todos los equipos tienen a su vez distintos coordinadores y disponen de una aplicación móvil que les permite geolocalizar en todo momento al personal y controlar las ubicaciones, además de permitirles registrar incidencias, novedades, cambios de horarios, etc.
Uno de los momentos más complicados es el del control del aforo. A pesar de los enormes espacios de la Avenida Reina Maria Cristina, donde se sucedieron numerosos conciertos, o de la Plaça San Jaume, en ‘La Diada Castellera’, en más de una ocasión tuvieron que cerrar el acceso por aforo completo, en un dispositivo que se coordina con los Mossos de Esquadra, Guardia Urbana, y Bomberos de Barcelona.
También importa la protección de la gente, por lo que el equipo de Nordeste participó en los conciertos de la playa Bogatell, del protocolo ‘No callem’ de prevención de agresiones sexuales en las zonas de ocio. Solo en este espacio el aforo se completó con 50.000 personas que disfrutaron del Love of Lesvian y Els Catarres, entre otros grupos.