Nueva exposición inmersiva en Madrid que te hace sentir un pasajero del Titanic
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“Titanic, la exposición inmersiva” pretende ir más allá de las películas o los documentales realizados hasta la fecha. Desde MAD Madrid Artes Digitales explican que se podrán revivir los momentos más impactantes vividos por los pasajeros en el lujoso monumento de ingeniería que fue el Titanic, desde su construcción pasando por el viaje y, finalmente, el hundimiento en la noche del 14 de abril de 1912.
Una bienvenida para hacer protagonista al asistente
Al llegar hay una recreación del muelle de Southampton (Inglaterra), donde el Capitán Smith, a través de la realidad aumentada da la bienvenida. Este primer contacto establece el tono de la experiencia: los asistentes no son simples espectadores, sino unos tripulantes más en este viaje.
Recreación del espacio como si estuvieses en el barco
La experiencia continúa por los pasillos de los camarotes de tercera clase donde se presenta una sala dedicada a los pasajeros que viajaron en el Titanic con información museográfica y objetos personales. Es la dimensión humana de la tragedia.
Sala inmersiva con proyecciones
El punto central de la exposición es la sala inmersiva, con 1.200m2 de proyecciones que envuelven a los asistentes en una narrativa visual. Las imágenes 360º ofrecen una visión de los momentos más impactantes de la historia del barco, desde su construcción hasta el hundimiento. La narrativa se cuenta a través de los ojos de la familia Callaghan, un padre y su hija, que compartieron el destino de los pasajeros (una manera de hacer la historia más cercana).
Sala del metaverso y gafas de realidad virtual
Además, la exposición incorpora, lo que denominan como “sala del metaverso” donde a través de gafas de realidad virtual se puede explorar el Titanic en su estado actual bajo el océano, y luego, como si se tratara de un viaje en el tiempo, ver la vida a bordo del barco con todo lujo de detalles.
También se rinde homenaje a la famosa orquesta del Titanic mediante una pieza, que se disfruta en unos asientos giratorios, reimaginada por el compositor Rene Merkelbsch. La banda sonora, interpretada por una orquesta de más de 50 músicos y un coro, captura la esencia de la música que acompañó los últimos momentos del Titanic para que el asistente lo sienta en su piel.
Al finalizar, puedes hacerte una foto en un set que recrea la proa del barco y con un QR te puedes llevar el recuerdo en el móvil.