¿Nos falta el marketing?

Esta mañana ha llegado a mi bandeja de recibidos: ‘Adults, Topless pools make a splash in Vegas’. He abierto el correo y he visto que habla de cómo el fiesteo con zambullidas en las piscinas en topless continúa arrasando desde que empezó como una moda hace ya una década. Y, por supuesto los americanos, que siempre han sido unos maestros en marketing, han incluído ya “Baños con un/a stripper. Fiestas rompedoras con un DJ A-List. Alternar con celebrities mientras camareros/as en bikini te sirven el vodka”.

Foto: Danny Mahoney

Lo cual me hizo pensar: «¡Vaya! En España, se puede ir en topless en prácticamente cualquier playa y, por supuesto, ¡tienes un montón de playas nudistas para elegir si decides optar por tener cero marcas de bikini que estropeen tu bronceado!”. ¿Por qué nadie ha visto que algo tan simple como ir a tomar copas sin la parte superior del bikini es algo que puede comercializarse y poner en marcha la máquina de hacer dinero? ¿Realmente no sabemos cómo comercializar lo que tenemos?

Recientemente me encontré con un grupo de empresarios de diversos países. Me dijeron muy espontáneamente cuánto les gustaba España – la cultura, la gastronomía, el estilo de vida… -Pero, hasta que uno está en España, realmente no se da cuenta de hasta qué punto es grande este país. España es uno de los mayores productores de vino del mundo, y sin embargo, sus caldos están entre los más baratos en los supermercados (a un precio más bajo que el vino de Francia, Australia, Italia, Sudáfrica o Chile) y la gente no va a pagar mucho más por ellos, ya sea en comparación con el vino francés, por ejemplo. Todo el mundo conoce el ‘prosciutto’ italiano y, sin embargo, pocos pagarían un dineral por nuestro jamón ibérico. “Ustedes simplemente no saben cómo vender y comercializar sus productos fuera de España”, exclamó uno de ellos.

Dicen que, con la crisis, más empresas están mirando más allá de nuestras fronteras para el bien de sus negocios. Con suerte, este será sin duda el primer paso para reforzar la grandeza española y de las muchas cosas buenas que hemos hecho bien – en el pasado y en el futuro inmediato que tenemos por delante.