No hubo contagios en el ensayo clínico de la Sala Apolo
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Los resultados han tardado en llegar porque era necesario que los asistentes se realizaran una segunda prueba pasado un tiempo después del concierto. Recordemos que éste se celebró en sin distancia de seguridad y con una criba previa con test de antígeno y prueba PCR. Según los resultados difundidos, solo se registraron dos infecciones entre las 496 personas del grupo control, es decir, aquellas que no entraron al concierto, pero ningún contagio entre los asistentes al concierto. Un dato a tener en cuenta a la hora de demostrar que se pueden realizar eventos seguros, también en espacios cerrados.
Los médicos del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (Can Ruti) Josep Maria Llibre y Boris Revollo, responsables del estudio, han explicado que los resultados demuestran que es «seguro» asistir a un concierto con las mismas condiciones que las del 12 de diciembre: tests de antígenos, mascarillas FFP2, control de flujos, pero en cambio, sin distancias de seguridad. «El estudio permite decir que si haces una actividad similar será segura, pero cuanto más te alejes de estas características, mayor es la incertidumbre».
Estas fueron las medidas adoptadas durante el experimento
- Los participantes, con edades comprendidas entre los 18 y los 59 años, no sufrían enfermedades de base, no convivían con personas mayores y no habían sido diagnosticados de Covid-19 en los últimos 14 días.
- Todos los asistentes fueron provistos de mascarillas N95 al acceder al recinto
- Se optimizó la ventilación y los flujos de aire en las dos salas interiores y se monitorizó la calidad del aire y la temperatura durante todo el evento.
- La sala delimitó un espacio exterior para fumadores dentro del edificio, con control estricto del número de personas que estaban simultáneamente. La zona de bar y consumición, con capacidad para 1600 asistentes, estaba localizada en una zona diferenciada y las bebidas se consumían obligatoriamente sólo en este espacio.
- Fue obligatorio llevar la mascarilla durante todo el experimento salvo en la zona de bar para consumir bebidas, pero no se pidió mantener ningún distanciamiento físico durante la estancia en el concierto (con capacidad para 900 personas), donde se permitió cantar y bailar.