Método Helmer convierte su oficina en un bar: llega el “Barketing”
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Pero a Helmer ni siquiera les ha hecho falta bajar al bar. Ellos se han llevado el barketing a su casa convirtiéndola en un punto de encuentro de clientes y medios para charlar y ver las cosas de manera diferente, más reposada, centrándose en lo importante… Transformaron su oficina en un lugar distinto y así crearon el primer barketing. Un concepto de espacio dentro de la oficina para compartir vivencias y oportunidades, celebrar lo mucho que nos gusta nuestro día a día… y, sobre todo, transmitir un espíritu creativo más allá del ambiente laboral y la rutina.
¿Qué hicieron? Despojar su lugar de trabajo de todo indicio que recordara la oficina: fuera ordenadores, papeles, impresoras… y en su lugar pusieron una barra de bar, con sus tapas, canapés y el ruido de las copas sustituyendo al sonido incesante del teléfono. Todo muy cuidado para mimar a unos invitados que querían conversar, compartir experiencias, intercambiar conocimiento y risas también, porque cuando uno está contento y animado, todo fluye. Generaron un nuevo concepto divertido e informal en el que hasta el grifo de cerveza escondía algo más que cebada. Los camareros eran auténticos asesorares que te aconsejaban sobre marketing, e incluso, sobre la vida… y la carta tampoco era lo que parecía: ensaladilla de insights, montados de KPI’s, tortilla de conceptos y otras asociaciones sorprendentes.