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Congresos · España

La noticia tremenda del verano: el ataque a la financiación de los congresos

La noticia tremenda del verano: el ataque a la financiación de los congresos

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Eric Mottard
¿Cuánto pesa nuestra industria?   Los organizadores se mantienen optimistas para el 2025 pero piden más flexibilidad El mercado de incentivos mira al 2025 con optimismo, sin euforia
Como bien se sabe en política, las medidas más controvertidas se votan a menudo en medio de las vacaciones, cuando la gente está más preocupada por acabar su Sudoku que por escandalizarse. No sé si esto habrá sido la intención del texto aprobado hace poco y que prohíbiría la financiación de los congresos por la industria farmacéutica… Pensaríamos que no somos tan importantes como para justificar tanto maquiavelismo, pero por otro lado el intento de hacer cotizar los médicos por su formación continua (sí, has leído bien, escrito así parece una broma) hace unos años había provocado tanto escándalo que la medida se retiró en seguida. En todo caso, deja tu sudoku: el Pleno del Congreso ha aprobado el dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, y en concreto la propuesta de prohibir la colaboración de las compañías farmacéuticas con organizaciones y profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes. De confirmarse, sería un terremoto escala 9 para nuestro sector. Colegios médicos y laboratorios protestan, lógicamente, ante este intento de destruir una colaboración que (gracias a los esfuerzos de los últimos años a nivel de códigos deontológicos) estaba funcionando bien. Por Eric Mottard

“Si no está roto, no lo repares”, podríamos decir. “Sobre todo si no tienes el dinero para ello”… La formación continua de los médicos se financia desde la industria (laboratorios, empresas de tecnología médica). Primero y sobre todo porque el Estado no ha tenido históricamente los medios de financiarla. Pero también porque toda esta comunidad médico-científica tiene en los congresos momentos de comunicación, de entendimiento de necesidades, muy valiosos. Un sistema que tenía problemas hace casi 20 años cuando se empezó a definir el código deontológico, es hoy muy correcto como lo comentan tanto sociedades como laboratorios: centrado en la formación, sin frivolidad y donde la formación científica está muy libre de influencias comerciales.

Ahora, el dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica pide la prohibición de la financiación de la formación continua de los médicos por la industria. Si la idea de que el Estado asuma la formación continua no es chocante en sí, hay varios problemas. Primero un problema práctico, justo cuando el déficit explota. ¿Nos tenemos que alegrar que la formación de los que nos cuidarán pase a gestionarse desde un Estado exangüe? Cada año cuando se hagan los presupuestos, ¿la formación de los médicos tendrá el presupuesto que necesita? Ya hemos visto que la necesidad de recortes podía afectar elementos esenciales de nuestras vidas. El segundo motivo es que el ecosistema médico (sanitarios, laboratorios, etc.) tiene hoy gracias a los congresos foros de comunicación que permiten entender mejor las necesidades de toda la cadena. Separar no es necesariamente buena idea.

Los colegios médicos, en contra. Sin sorpresa, la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) ha pedido reevaluar esta propuesta. FACME recuerda que gran parte de la financiación de esa formación ha sido posible gracias al apoyo de la industria farmacéutica y de la de tecnología sanitaria. De ponerse en marcha esa medida, «debe ser habiendo garantizado previamente la existencia de fondos públicos suficientes para continuar ofertando esa formación».
También recuerda que el sistema actual permite al médico elegir su formación según sus necesidades, así que piden que se respete la accesibilidad de los profesionales y sus propias necesidades formativas, independientemente de las planteadas por las administraciones.
Facme recuerda también que «hasta el momento, ha sido la administración sanitaria la que no ha asumido su obligación legal de financiar la formación continuada, habiéndola delegado en la industria biosanitaria, que ha hecho posible gran parte de la formación de los médicos». FACME recuerda también que el Código de Buenas Prácticas permite asegurar la máxima transparencia y corrección en las relaciones entre sanitarios y laboratorios.

Farmaindustria también. La asociación de los principales laboratorios del país manifiesta que “la colaboración de la industria farmacéutica con organizaciones y profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes es necesaria, legítima y transparente. Esa cooperación contribuye a la realización por sociedades científicas y otras organizaciones científico-profesionales, de reuniones y congresos que permiten a los profesionales sanitarios mantenerse al día. El elevado nivel científico y el reconocimiento generalizado sobre la alta capacitación de los profesionales sanitarios en España evidencia el valor de esta colaboración”.
Farmaindustria también recuerda que esta prohibición “iría en contra de la libertad de empresa y de la iniciativa privada, principios consagrados en la Constitución, además de que son una práctica habitual en el resto de países europeos, y, en el caso del apoyo a la formación de los profesionales sanitarios, están respaldadas por la propia normativa europea, que prevé este tipo de cooperación por parte de las compañías farmacéuticas”.

Farmaindustria añade que estas colaboraciones se realizan en un marco de transparencia. “Las compañías farmacéuticas hacen públicos todos los apoyos que proporcionan, de forma que la sociedad los conozca y pueda entender su valor, además de evitar potenciales conflictos de intereses y asegurar que la cooperación se produce con total independencia por todas las partes. Esta apuesta por la transparencia, pionera y sin parangón en otros sectores, ha sido reconocida por instituciones públicas, como el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y privadas, como Transparencia Internacional España y el Consejo de la Abogacía Española. Está recogida en el Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica, autorregulación de obligado cumplimiento para las compañías farmacéuticas, y cuenta con una Unidad de Supervisión Deontológica que vela por su cumplimiento”.

Foro Foro MICE alerta del efecto en los congresos. Finalmente, en nuestro sector, el Foro MICE ha editado un comunicado alertando del efecto demoledor que podría tener esta medida en los congresos. Seguro que seguirá atento a una medida que puede ser terrible en la vida del sector eventos y en la formación médica continua.
Queda por ver si se confirma esta mala idea en ley. Parecería absurdo, y varios profesionales nos han expresado su confianza teniendo en cuenta los efectos que podría tener esta medida en el presupuesto y en la formación continua… pero sin duda tendremos que estar atentos.

 

 

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