La experiencia de un Event Planner alrededor del mundo (primera parte)

DIFERENCIAS A LA HORA DE TRABAJAR EN OTRAS PARTES DEL MUNDO

Cuando cruzamos fronteras empezamos a percibir todo tipo de diferencias, desde las más sutiles hasta las más chocantes: tradiciones, gastronomía, horarios, humor e incluso formas de trabajar. Abróchate el cinturón que empezamos a recorrer mundo…

DE OCEANÍA A EUROPA

Nos alejamos de la península y empezamos con Oceanía. Nuestra experiencia cuando hemos trabajado con Nueva Zelanda es que, pese a estar en las antípodas de España, su forma de trabajo es muy similar a la nuestra: flexibles, adaptables y facilitadores.

Si ponemos rumbo a Asia allí empezamos a encontrar mayores diferencias. También es un mercado flexible, pero probablemente la mayor dificultad es el entendimiento y no por una cuestión de idioma, sino por una diferencia cultural. La comunicación requiere de un mayor esfuerzo para que se entienda lo que realmente se necesita. Además, hay que tener en cuenta que no suelen dar negativas a lo que se pide y esto, que a priori parece fantástico, descubres en destino que los síes tenían sus matices y no se correspondían con tu demanda. ¿Recomendaciones? trabajar con proveedores que conozcan el mercado europeo y, una vez on site, estar al tanto y marcar directrices para que las cosas se hagan como tú quieres.

Obviamente, Asia es un continente muy grande y cada país tiene sus particularidades. Por ejemplo, si hablamos de Emiratos Árabes y Dubái nos encontramos con un mercado que conoce muy bien su producto, es muy buen negociador, son claros y te hacen fácil el trabajo.

Cruzamos el Pacífico y nos encontramos con el mercado norteamericano donde la flexibilidad empieza a disminuir. Aquí es habitual ceñirse al contrato y esto es algo que choca con el mercado español.  En América Latina tenemos la gran ventaja del idioma y, además, recobramos la flexibilidad. Pese a que hay que adecuarse a un ritmo de trabajo más pausado, trabajan bien, quieren agradar y complacer al cliente.

Llegamos al continente africano y algo nos recuerda al mercado asiático: no suelen decirte que no a nada. ¡Ojo! porque después, en destino, empiezas a ver que de aquellos síes algunos eran noes (excepto si tratas con un occidental desplazado a África, que cuando te tiene que dar una negativa, te la da).

Y después de dar casi la vuelta al mundo, llegamos a Europa. El mercado europeo, hablando en general, es el más similar al nuestro en manera de trabajar. Quizás por la proximidad, nos conocen mejor y tratan de adaptarse al perfil español con los horarios para comidas y cenas, por ejemplo.

Y tanto hablar de continentes… nos lleva a la idea para el próximo post: ¡los destinos y las actividades!

Escrito y patrocinado por: BST Events