La dorada jubilación de un Boeing en los jardines del Hotel Corendon Village
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Si la idea ya de por sí parece algo extravagante, el traslado del avión desde el Aeropuerto de Amsterdam Schiphol hasta la localidad holandesa de Badhoevedorp, a tan solo 12,5km, fue épico. Duró cinco días porque hubo que esperar a la noche para cruzar autopistas, y durante 4,5km tuvo que hacerlo campo a través. Para transportarlo lo subieron sobre un tráiler que pesaba más que el mismo avión, 200 toneladas, repartiendo su peso sobre 192 ruedas. Para asegurarse que no se hundiera en tierras pantanosas se construyó una carretera especial con más de 2.000 placas de metal, cada una con un peso de 1.500kg, y se construyeron 17 puentes sobre tantas zanjas.