Ha abierto el primer restaurante pop-up de comida impresa en 3D… y lo ha hecho en Lérida
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Minipizzas de boletus edulis, terrina de foi, paletillas de cabrito al vino tinto y puré de patata ratte fueron algunas de las deliciosas impresiones de los chefs a los mandos de los ordenadores e impresoras con los que diseñaron, crearon, y ejecutaron la comida. Al mando, el chef Mateu Blanch, que ya había probado las bondades de la tecnología aplicada a la cocina en el evento 3D Print Show celebrado en Madrid el año pasado, donde descubrió la fantástica capacidad de jugar con texturas y volúmenes en elaboraciones imposibles de realizar por la mano humana.
Dos tendencias que no parecen nada efímeras, las acciones pop-ups y la impresión 3D, parecen destinadas a entenderse.