EMPRESARIO EN 3D
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Hay muchos tipos de empresarios, tantos, como personas que crearon una empresa, o se han unido como socios a un negocio en marcha.
Todo empresario tiene unas metas, un objetivo, una idea para llevar adelante, y hacer que esta además, sea rentable.
Esta cualidad, unifica al 100% de los empresarios de todo el mundo, otorgándonos (soy empresario) un valor de confianza en uno mismo y de un gran coraje.
Muy brevemente ya hemos hablado de dos de las 3D, de la razón creadora y planificadora de una idea, y la voluntad, para llevarla a cabo.
Ambas indispensables y ambas en diferentes dosis, son la base del éxito de muchas de las empresas que podéis ver alrededor del mundo. Muchas funcionan solo con estas 2D. Son empresarios que en general el dinero y el poder, son las dos columnas donde apoyan cada una de sus decisiones.
Pero hay una tercera D, que hace que un empresario no solo sea un hombre o mujer inteligente, capaz de alcanzar unos objetivos, sino también, que esta idea este sustentada por el amor a aquello que haces.
La tercera D son los sentimientos, la parte emocional de la empresa. Muchos empresarios la olvidan desde un inicio, o la pierden por otros intereses durante el camino como podéis ver en este video, que ya os he puesto en algún que otro post, ¡me encanta!.
La ultima D, imprime carácter, marca la diferencia en cada detalle, no solo en la transmisión de unas creencias y valores acordes al bien común, sino también, en el acabado final de cada uno de sus mensajes, servicios o productos.
Ser empresario en 3D, requiere de un valor adicional, la valentía, que otorga la fidelidad, en el amor a lo que eres y en consecuencia, a lo que haces. Valentía a la hora de realizar una propuesta, a la hora de decir que no a todo aquello que este en contra de los cimientos que sustentan tu empresa.
Los empresarios en 3D son aquellos que marcan diferencias, que crean estilos, nuevos productos, maneras de vivir la vida.
Al igual que el mundo del cine y de la imagen se desarrolla aportando nuevas “D”, nuevas “dimensiones”, el mundo de la empresa, y específicamente el mundo de los eventos, debería seguir el mismo ejemplo, y no permitir que ni un solo producto, ni un solo servicio salga, sin antes haber transmitido cada una de las 3D.
Eventos con objetivos claros, con perfecta ejecución, pero también eventos con Alma, son aquellos que dejan huella en los participantes.
Si por lo que fuera, te olvidaste de la tercera D, siempre estas a tiempo de recuperarla.