Emociones a flor de piel… y de wearables
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La acción se llamó ‘Driven by Emotion’, y en ella la marca de coches de lujo consiguió ‘atrapar’ las emociones desatadas por el nuevo Q60 y plasmarlas en una pieza viva de arte digital a través de mediciones biométricas: unos brazaletes detectaban los gestos, movimientos y actividad eléctrica de las células musculares, a su vez conectados a sensores ubicados en los coches y por todo el espacio. Había también cámaras ocultas que detectaban expresiones faciales, y micrófonos de proximidad que medían los cambios en el nivel de conversación en torno a los coches.
Para rematar, el Q60 incluía un sensor de latido en el volante que daba una idea precisa del enamoramiento del posible comprador. Los datos obtenidos a tiempo real se incorporaron a un algoritmo que convertía las reacciones emocionales en ilustraciones digitales en una pantalla led segundo a segundo, que al final del evento se convirtió en un poster con la ilustración generada por cada participante, y que la marca quiere compilar en un libro de arte para sus clientes. Detrás de este torrente de ideas emocionantes estuvo la agencia TEN (The Enthusiast Network).