¿El SEXO vende?
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Hace semanas, me ha llegado un mensaje del gúru de marca sensorial, Martin Lindstrom, que dijo que el sexo en publicidad ya no vende. Según él, el elemento sexual distrae la atención del mensaje principal. En un experimento suyo, sólo el 10% de hombres recuerdan la marca del producto después de ver una publicidad con imágenes sexuales (en comparación con el 19,8% que lo han visto sin estas imágenes).
Ayer, volví a pensar en esta conclusión tras ver la campaña “Día y Noche” del desodorante Axe (agencia Lowe Ginko) en Uruguay. Sus publicidades en la prensa escrita muestran una chica con ropa muy ligera y con las “partes interesantes” pixeladas… Puedes ver la imagen completa enviando la palabra “AXE” a un número después de las 21:00H (por la noche todo es más hot). Recibirás una imagen MMS que podrás poner junto con la publicidad para ver la imagen en todo su esplendor. (Ojo: esto utiliza una tecnología nueva de publicidad en prensa escrita).
¿Y en los eventos? Vemos el elemento sexual (o más bien la fuerte presencia femenina) en ferias de automóviles y construcción donde azafatas-modelos posan al lado de coches curvilíneos o de una excavadora. Una vista casi natural… Pero la especie femenina también accede a los dulces. Recientemente, he ido a una inauguración de un hotel que había puesto un modelo en albornoz tumbado en un sofá-cama, sonriendo al grupo de organizadoras de eventos. ¿Funcionó? Sin duda: los flashes de las cámaras no paraban de disparar; en cinco minutos, todas ya se habían hecho una foto con él y llevaban una sonrisa durante el cóctel, comentando la experiencia.
Y si has leído mi primer blog porque has visto la palabra “SEXO”, ya he demostrado que el sexo todavía vende o al menos, capta la atención. Y si has llegado hasta el final de este texto, ya puedo concluir que ¡el sexo vende!
*Estefanía Torres tiene una columna de experiencia en eventos en la revista eventos magazine.