El peor enemigo de un conferenciante, un salvapantallas inoportuno
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Primer consejo para no ser el siguiente ponente cuya cara aterriza en la Web: si utilizas tú propio portátil para dar una conferencia, configura el salvapantallas para que no salte en plena exposición y deje cualquier intimidad al descubierto frente a una audiencia crítica y con acceso a Youtube.
Pocos datos se saben sobre la víctima, un empresario alemán que mientras ofrecía un análisis de la situación financiera de su empresa olvidó quitar su salvapantallas. Tras varios minutos sin usar el portátil, se activó el protector de pantalla. Tardó algunos cuantos segundos en darse cuenta que lo que se estaba proyectando no eran números y gráficos, sino su salvapantallas: un vídeo con contenido bastante sexual. Intentó desactivar la función, pero lo hecho, hecho está