El Castillo de Tous abre las puertas después de siglos

La Anoia fue durante siglos una tierra de frontera y, por tanto, famosa por sus castillos y fortificaciones medievales, de las que tan solo una treintena ha sobrevivido. El castillo de Sant Martí de Tous es una de las joyas que mejor parada ha salido del tiempo debido a los diversos propietarios que han vivido ininterrumpidamente en él, durante cientos de años la familia nobiliaria Tous, y en siglos posteriores los hermanos Jerónimos de la Murtra del Vall de Betlem de Badalona, que lo mantuvieron años como una finca privada, y gracias a ellos, el castillo ha mantenido intacta su personalidad, así como a la restauración de la familiar Rojas que lo compró en 1918 y ha permanecido en el castillo hasta la actualidad.

Arquitectónicamente, el castillo es una señorial casa de labranza o ‘casal’ construido con piedra y mortero, del que destaca su torre cuadrada. Mantiene rincones curiosos como la ventana de la galería donde el señor feudal donaba con un pañuelo la orden de ajusticiamiento de los convictos, la bodega interior antes usada como despensa, o una habitación que se conserva intacta desde el s. XVIII con una cama policromada, donde existía el rumor de que el señor hacía su uso de pernada.