Año 2009, ¿Riqueza o Prosperidad?

La palabra “Próspero”, a pesar de que llevo muchos años utilizándola, la uso en una sola época del año: precisamente en este momento, el instante de desearos “Un Próspero Año Nuevo”

Reflexionando sobre ello, he averiguado por qué sólo la utilizo en este tiempo. Sencillamente, no sabía su verdadero significado. Conocerlo ha sido uno de los mejores regalos del pasado año. Fue durante un taller de cuatro días sobre “Dinero”. La instructora del curso, empezó preguntándonos ¿Queréis ser ricos o prósperos? Yo me preguntaba ¿qué diferencia hay?

Ahí empezó el primer aprendizaje. El Poder de las Palabras. Ciertamente para mí prosperidad y riqueza eran lo mismo.

La monitora explicó que riqueza era la suma de dinero que se tenía en una cuenta, caja de zapatos o donde se tuviera a bien guardarlo, mientras que prosperidad era la capacidad, habilidad o competencia con los que se ganaba el dinero. En la prosperidad estaban recogidos los valores, las creencias y motivaciones de la persona. Entendí que se podía tener mucha riqueza y sentirse muy poco próspero. También comprendí el sentido de trascendente que tiene la prosperidad. Así, cuando os deseaba Próspero Año Nuevo, no estaba deseando que os tocara la lotería, que también, que os subieran el sueldo, que como no, o que tuvierais la cuenta del banco repleta de billetes, que me parece estupendo. Os confirmaba con Próspero Año Nuevo que sois personas de grandes valores, nutridos de creencias que comparto y además llenos de motivaciones para cambiar un poco lo que pensemos que debemos cambiar de nosotros o del entorno.

Suenan palabras como voluntad para saber lo que podemos y lo que no, como firmeza para marcar los límites en el gasto o claridad para conocer las verdaderas motivaciones que regulan nuestras inquietudes, nuestros proyectos. ¡¡

La riqueza del otro puede ser sustraída, dañada, sin embargo la prosperidad esconde los grandes pilares de la persona, es en la persona donde podemos incidir. Nos explicaba la monitora la importancia de ayudar a los pequeños a sentirse prósperos a través de acrecentar su autoestima y su autovaloración.

Crecía en mí el optimismo de una forma inusitada. Ya no pensaba en la cuenta corriente que en esta fecha se había aflojado un poco, ni tampoco en otras muchas cosas que me traían un poco despistado. Revisaba mis posibilidades, donde tenía que poner el foco de atención. El valor añadido… la creatividad… lo nuevo… lo diferenciador…

Mi seguridad en vuestra prosperidad ahora es un hecho consciente. Admiro cada una de vuestras habilidades. Comparto vuestras estupendas competencias y además sé que cada día podremos inventar nuevas formas de vivir este nuevo año que ahora se inicia. El año más próspero hasta ahora, un año que al estar en “recesión”, precisamente nos hará que este lleno de “oportunidades” para hacer efectivo este proyecto

Estoy seguro que el contenido de los eventos del próximo año van a ser infinitamente mejores a lo de los años anteriores, seguro que todos tendrán incorporado el significado de la palabra “prosperidad”.

Un fuerte abrazo, y muy “próspero” Año Nuevo.