A cazar códigos

Estos días, empiezo a tener una auténtica obsesión con los códigos QR. Creados por una empresa filial de Toyota en 1994, los QR codes (Quick Response – respuesta rápida) permiten decodificar información de sus contenidos rápidamente.

Actualmente, ya los encontramos en las tiendas, en las lonas publicitarias que cubren los edificios, en las señaléticas, tarjetas de visitas que contienen URLs e información donde se puede ver/tener a través de una aplicación en un smart phone. Muchos de nosotros ya conocimos el éxito de la campaña de Calvin Klein de otoño 2010 con sus billboards en EEUU, en la que a través del QR Code se pudo ver un vídeo sin censura de la modelo Lara Stone retozando con unos modelos muy cachas (¡qué envidia da la chica, ¿eh?)

Desde entonces, el uso de estos códigos se ha disparado en el mundo de la comunicación. Cada vez más, buscamos acceder a la información aquí y ahora, y los QR Code nos lo facilita de maneras diferentes, gracias a la creatividad. Os dejo una lista de aplicaciones que me parece interesante:

– camisetas de diseño con códigos donde se verá información sobre el diseño y sobre el propio artista
– azafat@s que llevan estas camisetas en las ferias para atraer la atención y la participación de los asistentes
– en rutas turistas y de senderismo o en un mapa interactivo para explicar la historia o una entrada de Wikipedia sobre los sitios
– en un email para provocar una acción
– en una invitación para el RSVP
– en la señalética de conferencias sobre las sesiones formativas, ‘bios’ de los ponentes…
– en la acreditación de los eventos, ¿por qué intercambiar tarjetas ahora que puedes tener todos los datos solo con “escanearla”?
– como decoración – wallpaper en un muro o en las paredes del stand