Volkswagen Golf 7 desembarca en Zaragoza

Si bien el evento movilizó a media ciudad, especialmente impactante fue la ocupación de la zona de la Expo, con los iconos de la infraestructura de Ranillas alquilados durante cuatro meses. Se utilizaron espacios como la Torre del Agua, el Pabellón Puente, el Anfiteatro o el {ms_2067}.

Además, se organizó la logística para posibilitar que probaran el coche en Feria de Zaragoza, donde se ubicó un pequeño circuito.

El recinto de la Expo se convirtió en centro neurálgico de la formación, que se estructuró en torno a un programa que combinaba la teoría con las pruebas dinámicas, con 120 unidades del nuevo Golf.

El objetivo: que los asistentes comprendieran mejor estas prestaciones y las ventajas que aportan a la conducción.

24 horas NON STOP

La precisión germánica se hizo imprescindible para gestionar un evento con esta cantidad de asistentes.

La fuerza de ventas aterrizaba a diario por grupos de 400 personas y se iba al día siguiente a mediodía, para cruzarse en una complicada coreografía logística con el siguiente grupo. Tras aterrizar, en torno al mediodía, hacían el check in en el aeropuerto, en unos mostradores instalados ad hoc.

Las maletas eran trasladadas a sus hoteles, todos de la cadena Palafox: el Iberus, el Reina Petronila, y el Alfonso. El cuarto, el Tryp Zaragoza, se destinó al staff y los organizadores.

Mientras las maletas se llevaban al hotel, el grupo se dirigía en autobuses a bodegas Rey para un almuerzo a base de gastronomía local (fideuás, arroces, platos mediterráneos).

Luego se les trasladaba al Palacio de Congresos, completamente tematizado, para asistir al opening.

Este consistía en la presentación del nuevo modelo mediante un montaje audiovisual en un escenario de cine, rodeado por una falsa carretera alrededor por la que el