Una agenda «a tope» para la convención de Michelin
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Sin perder un segundo y con una agenda «a tope», los asistentes se hospedaron en el Hotel Sheraton Oporto, decorado tanto en el exterior como en su interior con la imagen concreta del evento «Vía Líder». Para agilizar su check in, se utilizaron azafatas y un hospitality desk. Inmediatamente después e invitando a los participantes a entrar en el ambiente de la reunión, se organizó una cena-coctel con varias zonas de show-cooking en el hall y en las terrazas del hotel, mientras un cuarteto de Jazz ponía ritmo a la velada.
El segundo día comenzó temprano con un desayuno que introdujo a los invitados a las jornadas de trabajo, con un coffe-break en el intermedio. Después del medio día y para cambiar de contexto, los invitados fueron trasladados a las Bodegas Ferreirinha donde tuvo lugar el almuerzo, que se combinó con un paseo en barco. Ya de regreso al hotel, los asistentes se encontraron con una botella de oporto en sus habitaciones.
Al caer la noche, los asistentes fueron trasladados al Palacio de la Bolsa, donde se desarrolló una cena de gala. El lugar se decoró con los colores corporativos de Michelin. La cena se dividió en tres partes: la primera fue un coctel previo a la cena en el piso superior del palacio donde se exponían unas obras, mientras unas guías explicaban a los invitados dichas obras.
Luego se pasó a la cena que se desarrolló en el piso principal, la cual estuvo amenizada por un cuarteto de tenores, una entrega de premios y un brindis para después dar paso al baile como tercera parte de la cena. El traslado de vuelta al hotel se organizó con tres horarios diferentes de autobuses.
Ya el tercer y último día, los asistentes disfrutaron del desayuno para luego partir al aeropuerto… hasta la próxima edición de la convención.