Un viaje de incentivo con boda en Nueva Delhi
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«Estando de inspección con un cliente en la India, presenciamos una boda hindú. El cliente quedó tan impresionado que solicitó un evento similar.
Dicho y hecho, se alquilaron saris para todas las señoras, que fueron vestidas cuidadosamente durante una tarde por mujeres locales.
Lo mismo ocurrió con los trajes de los caballeros y los turbantes. Se cerraron al tráfico las calles principales de Nueva Delhi por donde iban a circular nuestros dos cortejos: uno para el novio (uno de los integrantes del grupo) y otro para la novia (su esposa real).
El cortejo del novio, a lomos de un caballo blanco, iba flanqueado por 12 elefantes, chirimías, fanfarrias, orquestas y un montón de espontáneos que se unieron al cortejo.
Avanzó desde el hotel sede del novio hasta el lugar de la ceremonia en un paseo por las avenidas cortadas al tráfico de la ciudad. ¿Se puede olvidar una experiencia así?»