Un viaje a Austria sobre ruedas con Red Bull
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Interactuación, networking y vivir experiencias entre todos los participantes. Durante los tres días, los comerciales interactuaron con sus mejores clientes, es un momento de conocer sus deseos y opiniones sinceras sobre el pasado y el futuro. Según Sergio, “se fidelizan viviendo con ellos experiencias que nadie más les puede aportar y que siempre recordarán con cariño hacia la marca”.
En la unión está la fuerza. Michelin ya comercializaba BFGoodrich en España desde hace muchos años para turismo y 4×4, pero no para camión. “Por eso quiso hacer un lanzamiento de la marca BFGoodrich camión que fuera realmente diferenciadora entre sus distribuidores y nada mejor que vivir una experiencia auténtica BFGoodrich con sus partners oficiales de aventura Red Bull donde todos sus coches de competición en su área de pruebas de profesionales estuvieran equipados con los neumáticos BFGoodrich”, señala Sergio.
La ciudad universitaria Graz como punto de partida. El grupo salió de Madrid con destino a Graz, donde disfrutaron de una cena en el restaurante Carl, un lugar moderno que suele ser frecuentado por los intelectuales (ya que es una ciudad universitaria). Según Sergio, “diseñamos un menú rico y abundante pero no fue de gala. Tuvimos un largo día de viaje y necesitábamos reponer fuerzas para disfrutar de las actividades que nos esperaban al día siguiente”.
Actividades sobre ruedas. Se buscaba hacer actividades de conducción de motor, tanto en circuito como off road. La primera toma de contacto fue en el área de Red Bull Ring, un circuito de velocidad en diferentes vehículos como el Motocar KTM, el 4×4 y el Quad Buggy. “Se diseñaron rotaciones de división del grupo en tres: una de circuito y dos de off road ya que es la proporción más o menos que BFGoodrich tiene presencia en la competición de conducción”.
Además todas las pruebas se hicieron con un profesional al mando de Red Bull, “el experto en 4×4 venía del centro oficial de prueba de Land Rover y Range Rover para terrenos de montaña y barro; los KTM Bow también eran del centro oficial; los Quads Buggy eran especiales para competición y los trainers competidores de Red Bull”, señala Sergio.
Vuelta a Graz y hospedaje en el hotel Weitzer. Es un hotel muy céntrico construido en un antiguo hospital remodelado con estética hípster, conservando muchas partes de su arquitectura antigua, incluso en ruinas con muebles originales de la época pero muy actual en el estilo. Sobre todo se pretendió que desde el check in y en general, el grupo compartiera momentos con ambiente festivo, música, DJs, cocktails… para que el ánimo y la fiesta fueran siempre el denominador común del viaje.
Al día siguiente visita interactiva de Graz, almuerzo especial y regreso. Una visita a pie aprovechando que había mercadillo y estaba todo abierto. “Graz es una ciudad que incita recorrerla a pie o en bici y fue una ocasión fantástica de vivir la ciudad en persona y sobre todo, tomar el aire libre tras la larga noche y antes de viajar a los lugares de origen”, nos señala Sergio. El almuerzo del último día fue en Landhaus-keller, un sitio de comida típica austríaca pero con un estilo muy vanguardista y con una terraza climatizada ideal para los gin tonics posteriores a la comida que sirvieron de despedida.