Un incentivo muy mediterráneo de BCM Travel en la isla de Malta

El grupo aterrizó en La Valeta sobre las 18.00 horas así que el primer día el programa solo contempló una cena de grupo en la terraza del hotel; no sabemos si alguien saldría por su cuenta a conocer la vida nocturna maltesa, que es muy animada, sobre todo si coincide con la época de festivales musicales y culturales que se suman a la ya de por sí abundante oferta de ocio que la isla tiene. Un consejo de David para los grupos que quieran alojarse en un hotel cinco estrellas es que busquen un cinco lujo, para que sea equiparable al nivel de hotelería de España y, si el grupo es pequeño, entonces mejor buscar un hotel boutique.

Al día siguiente tuvieron una reunión de trabajo en el Hotel Hilton Malta, y al acabar encontraron en la puerta del hotel unos Cadillacs Cabrío de los años 50 que los llevaron a recorrer la zona hasta la hora del almuerzo. Y hablando de comida, la gastronomía maltesa tiene esencia mediterránea, pero también una fuerte influencia británica. Sin duda, el plato más conocido y que no te debes perder es stuffa tal fenek (conejo); si hablamos de pescado entonces el más típico es el lampuki.

Malta es el mini Hollywood europeo donde se han rodado taquillazos como Gladiador, Troya, El Conde de Monte Cristo, Ágora… y por sus calles, cafés y restaurantes han lucido palmito muchas estrellas. Así que ¿por qué no cenar en el restaurante Barracuda como lo han hecho David Beckham, Madonna, Claudia Schiffer…? Aquí probaron el pescado y marisco de la región y tras los postres, y con una copita en mano, amenizó la noche un trío compuesto de acordeón, voz y percusión. Para bajar la cena caminaron bordeando la costa hasta llegar al hotel.

A la mañana siguiente, se trasladaron al puerto y pusieron rumbo a la Gruta Azul. Una escultura natural cincelada por el mar que debe su nombre a la tonalidad de sus aguas cuando el sol se proyecta sobre ellas. También aprovecharon para pasear por algunos lugares de la isla de Gozo: calas diminutas, playas de arena rojiza, acantilados… y al ritmo lento de esta isla hicieron un picnic; hubo quienes no dejaron pasar la oportunidad de darse un chapuzón en las aguas turquesas de alguna cala.

Si hay una noche que es especial por encima de otras en La Valeta es la Notte Bianca; un evento anual que tiene lugar en octubre e ilumina la ciudad con una celebración callejera de gente, cultura y arte. Basándose en esta fiesta y, siendo la última noche maltesa para el grupo, se organizó una ‘cena blanca’ en la ciudad colonial de Mdina, en concreto en el restaurante Mondión situado en el Xara Palace Relais & Chateaux. Pero antes de esto, vivieron un momento especial en la catedral, que les fue abierta en exclusiva y que, aunque es una experiencia para la que hay que rascarse el bolsillo, BCM Travel recomienda. Al llegar a la catedral, las puertas estaban entreabiertas y unos ángeles les recibieron y acompañaron hasta la primera fila, frente al retablo. Allí, una soprano cantó el Ave María a la luz tenue de las velas y la catedral fue iluminándose conforme el canto cobraba fuerza.

La última mañana, antes del traslado al aeropuerto, tuvieron tiempo libre para perderse entre los mercados callejeros y los centros comerciales de La Valeta para comprar un recuerdo de su viaje, aunque según nos cuentan desde BCM Travel la experiencia de la noche anterior dejó un recuerdo imborrable.