¿Un evento en un sex-shop?
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El chef y la marca de ginebra unen fuerzas para cambiar la experiencia de consumo de bebidas espirituosas. Con el objetivo de que «tomar una copa» ya no vuelva a ser lo mismo y aprovechando la apertura del primer restaurante del cocinero en Londres, BeefeaterXO quiere romper los estereotipos en el consumo del gintonic y busca representar en un copa las emociones y sensaciones que ya consigue David Muñoz en sus platos.
Y para romper estereotipos, nada como elegir un venue poco convencional, donde este proyecto transgresor se presentó entre animaciones teatrales con aires de cabaret y burlesque, experiencias inmersivas 360º y, por supuesto, la creatividad gastronómica de David Muñoz.
La primera sorpresa nos la encontrábamos en la barra de la sala donde una copa tamaño pecera nos esperaba para degustar un cóctel poco corriente y con aires asiáticos: ginebra, gusto de wasabi y camarones nos invitaban a probar este universo líquido de DiverXo.
El voluptuoso show de BeefeaterXO
Entre performances, los invitados eran conducidos a la zona de peepshow del local donde se les presentaba el proyecto BeefeaterXo. Para ello se ponían unas gafas Oculus de realidad aumentada y accedían a una de las cabinas de striptease. En lugar del show erótico, a través de las ventanas de la cabina, aparecía el representativo cerdo volador imagen de DiverXo y con las Oculus se podía seguir en 360º el video promocional de BeefeaterXo.
Después de las cabinas, la prensa accedía a un reservado, donde en grupos de unas cinco personas aguardaban expectantes el próximo espectáculo que estaba preparado. Entre terciopelos, mullidos sillones rojos y en torno a una barra de pole dance; cuando todos esperaban que una bailarina se descolgara por la barra de striptease, aparecía por sorpresa el propio David Muñoz para un particular vis a vis con la prensa donde explicar los detalles de su proyecto con Beefeater. Siguiendo con el hilo del morbo y el show erótico, los periodistas recogían el dossier de prensa en un estuche de dvd como si de una película X se tratara.
Una vez desatada la libido por probar esa mezcla de creatividad, sensaciones y ginebra, los asistentes volvían a la zona de bar-cabaret donde seguir con el espectáculo, esta vez el gastronómico, y probar sugerentes propuestas de kobe tostado con cecina ahumada o marshmallows de cereza.
