The Ultimate Tenerife Experience: Un viaje incansable por el corazón de Tenerife

Tenerife es la isla más grande del archipiélago canario, cuenta con una superficie de 2.034 km². Lo primero que llama la atención probablemente sea su clima, lejos de lo que podemos tener en la cabeza, el clima tinerfeño sufre oscilaciones según el punto de la isla en que te encuentres. El transporte a la isla corrió a cargo de la aerolínea Binter. Esta aerolínea nació para asumir los vuelos interinsulares y poner en contacto las islas con el resto de la península y entre sí. Hoy en día opera como aerolínea más utilizada por los canarios alcanzando los 250 vuelos al día de media. Tras el aterrizaje en el aeropuerto de Los Rodeos, pudimos descubrir el paisaje casi londinense con el que nos recibía la isla debido a la presencia de «La Nube», como la llaman los lugareños.

Día 1. Descubriendo La Laguna

La primera visita de la que pudimos disfrutar fue la del centro histórico de la ciudad de La Laguna, ciudad Patrimonio de la Humanidad. Paseando por sus calles pudimos descubrir su historia a través de la cuidadosa explicación del entrañable Darío López (Tenerife 100 Cultures) y la interpretación de diferentes actores que encarnaron personajes del pasado de la ciudad para que, de esta manera, pudiésemos aprender junto a ellos. Además, nos dieron a probar la gastronomía local catando tapas representativas mientras parábamos en diferentes restaurantes de la zona durante nuestra travesía.  

Tras la ruta, nuestro primer espacio a visitar y prospectar fue el Hotel Botánico & Oriental Spa Garden 5 estrellas GL, con un total de 252 habitaciones y 8 salones de una capacidad de 1.502m². Más tarde pudimos visitar la Casa del Vino, una hacienda típica de la arquitectura canaria del siglo XVII que entrañaba multitud de sorpresas. Durante el paso por las instalaciones de la casa, en concreto por su museo, pudimos disfrutar de la música y el baile típicos del folclore canario en vivo y en directo; además de la muestra de costumbrismo pastoril que pudimos experimentar en el patio del recinto. Por último, disfrutamos de una cena llena de productos de la isla en el Restaurante Xarko, en el mismo recinto.

Día 2. Mañana de negocios y tarde en la naturaleza

El siguiente día visitamos el Auditorio de Tenerife Adán Martín, una obra de Santiago Calatrava de arquitectura neofuturista que se asemeja a un gran ojo que observa el océano. El edificio cuenta con 15 espacios que incluyen un auditorio y zona exterior frente la playa. En este encuadre se celebró el workshop de empresas asociadas al Tenerife Convention Bureau, donde pudimos compartir impresiones con 40 profesionales pertenecientes al sector en la isla. Este evento se cerró con la visita del vicepresidente y consejero de turismo del Cabildo Insular de Tenerife, Lope Afonso.

El resto del día se dividió en la visita al Hotel Iberostar Heritage Gran Mencey, construido al estilo colonial de las casas tradicionales canarias, dónde además disfrutamos de un almuerzo repleto de productos típicos; y la visita al Parque Nacional del Teide. Los guías acreditados Darío López (Tenerife 100 Cultures) y Eva Rodríguez nos mostraron la flora y la fauna del lugar, en el que además pudimos observar el sol a través de un telescopio en pleno parque ya que este es uno de los mayores centros de observación solar de todo el mundo gracias a su situación privilegiada.

La jornada finalizó con la prospección del hotel en el que íbamos a alojarnos el resto del viaje, el Hotel Tivoli La Caleta Tenerife Resort, un edificio del arquitecto Melvin Villarroel que alberga nueve salones de hasta 400 invitados de capacidad. Más tarde pudimos disfrutar de una cena en su Seen Beach Club.

Día 3. Cuidar los océanos para poder disfrutarlos

Un día nuevo amanecía en Tenerife y una nueva agenda nos esperaba para conocer la isla. La primera actividad consistió en el avistamiento de cetáceos a bordo de un catamarán junto a la tripulación de White Tenerife. Seguidamente, desde el puerto nos desplazamos al Hotel Landmar Playa la Arena, un emplazamiento que alberga un espacio para reuniones que puede panelarse dividiéndose en tres estancias y despanelarse para formar una estancia diáfana de 536m² con vistas al océano. En este espacio pudimos realizar una actividad en la que aprendimos sobre el plástico que alberga el océano gracias a Terramare, una asociación con la que colaboran para realizar distintas actividades relacionadas con la sostenibilidad como limpiezas de playas en grupo. Además, aprendimos a realizar un mojito canario (incluyendo su ingrediente secreto) y pudimos probar las distintas variedades de “ papas arrugás” con mojo verde y rojo, tan típicas del archipiélago.

Tras esta la experiencia que nos brindó el Landmar, pudimos culminar el famtrip con la última parada de nuestro viaje. La prospección del Gran Meliá Palacio de Isora, que cuenta con hasta diez salas para eventos entre las que se encuentra un salón de 900m². Recorrimos sus instalaciones al son de la música ofrecida por sus artistas con interpretaciones de opera a capela o concierto de saxofón en directo. Finalmente cenamos acompañados de una interpretación de tango argentino como colofón para el viaje.