Robo, gangsters, persecuciones, búsquedas en helicóptero: un incentivo trepidante por Chicago
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Desafío por Chicago con 1 millón de dólares
Tras la llegada a la ciudad, traslado al hotel y un par de horas de descanso, comenzó la aventura con un brindis de bienvenida en un elegante crucero con cristaleras que permitían disfrutar de unas excepcionales vistas de la ciudad y sus rascacielos por la noche. En el barco, primera sorpresa: tras el brindis y antes de arrancar la cena, Alex Navarro ‘Showman’ hizo su entrada en escena como maestro de ceremonias, dando la bienvenida al grupo y marcando las primeras pautas de la aventura. Con traje de raya diplomática, sombrero y acento americano, el MC puso al corriente al grupo «Don Fito Glifosato (nombre de un famoso herbicida), nuevo capo del crimen organizado en la ciudad, había robado la última joya de Tradecorp para subastarla al mejor postor en una fiesta internacional. El grupo debía investigar por toda la ciudad, integrarse en la cultura local, buscar el producto robado y en último caso, asistir a la fiesta y robarlo allí como si fueran los de Ocean´s Eleven, pero claro… Ocean´s Seventy Five es más complicado.
¿Dónde está el dinero?
A la mañana siguiente, visita panorámica de Chicago. “Les planteamos una prueba a través del Whatsapp del grupo”, nos señala David: un concurso de fotografía con distintas y originales categorías. Las mejores capturas durante el viaje obtendrían unos premios a cuyos ganadores se les entregó más dinero además del maletín (uno de los objetivos del viaje: ir ganando ese dinero a través de pruebas ya que para la última noche, les haría falta aunque ellos no sabían para qué). Por la tarde, continuaron la panorámica desde el punto de vista arquitectónico, donde entre algunos de los destacados lugares, visitaron Grand Central Station, conocida por la famosa escena del tiroteo de la película Los intocables de Eliot Ness, donde el grupo no pudo resistirse y grabó su propia escena. Como siempre, dos cámaras de televisión y de Alex Navarro Showman acompañaron al grupo recogiendo cada detalle del día. “Tanto entrevistas como lo ocurrido durante las jornadas, se editaban durante las noches para tenerlo todo preparado en nuestro programa de TV, un late night show que tendría lugar durante la cena de la gala final”, aclara David. Por la noche, disfrutaron de la cena ‘la noche de blues’, con un trío de músicos antes de terminar en la discoteca House of Blues.
‘El día americano’, excursión por la Ruta 66
“Conciliar el recorrido de cualquier viaje con un guion o propuesta creíble y apetecible, es clave y diferencia entre hacer un incentivo o vivir una experiencia de película”, señala Alex Navarro, guionista del viaje. Durante el desayuno, les llegó el chivatazo de que en Pontiac podría estar el producto robado. ¡Qué casualidad que el recorrido entre Chicago y Pontiac es la famosa Ruta 66! 15 Cadillacs Escalade conducidos por el propio grupo, rotulados y con un GPS programado con el itinerario a seguir, partieron hacia Pontiac. Durante la excursión, hicieron parada en una hamburguesería típica de la ruta ubicada en una cabaña, donde contrataron a un policía real (el sheriff de verdad del pueblo, con el cual se pusieron de acuerdo para que apareciera en una escena) y un actor vestido de policía que hablaba castellano. Ambos llegaron en un coche patrulla con las sirenas puestas.
Había un guion preparado que recordaba a cualquier escena desternillante de Los Hombres de Paco y que por supuesto el grupo desconocía. Los policías entraron y pidieron la documentación a parte del grupo hasta llegar al gran gancho: uno de los clientes más divertidos había sido avisado y llevaba en un bolsillo una bolsa transparente con harina (el grupo lo desconocía totalmente). El policía le cacheó, encontró la bolsa, el grupo alucinaba, Alex intervino para ver qué era la bolsa, estornudó con la bolsa abierta y el contenido salió por los aires impregnando al policía de harina. Cuando los agentes de la autoridad iban a realizar la detención, tuvieron una llamada de urgencia y ordenaron al grupo custodiar y trasladar al detenido hasta la prisión de Jolliet. “Convertimos una escena muy americana y una jornada cómica e inolvidable con fotos y momentos muy divertidos durante el viaje”.
En la prisión les esperaba de nuevo el policía. Este sabía de las intenciones del grupo para recuperar el producto robado y que portaban un maletín con dinero. Obligó a que le entregaran el maletín a cambio de devolver al detenido. Extorsión y chantajes que el director de marketing resolvió de forma impecable. Accedió a darle el maletín y el policía se fue con las luces puestas… bueno, sin tantas luces, ya que se llevó el maletín sin mirar su contenido, pues el dinero no iba en ese maletín. Sí, el director de marketing también tenía su papel en la obra y todo había sido grabado por el cámara.
Regresaron al hotel y por la noche, disfrutaron de una cena en el Chase Tower (el quinto rascacielos más alto de Chicago) donde les esperaba un proyector con las fotos que ellos mismos habían realizado y mandado al chat de Whatsapp y que había seleccionado la organización para el concurso. El concurso fue un éxito, pero las risas recordando la jornada eclipsaron la noche.
Búsqueda por mar, tierra y…
Los días pasaban y no había rastro del producto robado así que había que buscarlo de una forma diferente… y por todo lo alto. Tras el desayuno, dos autocares sin destino conocido por el grupo, les llevaron en 20 minutos a una explanada con hangares. “Fue un momento muy bonito ver las caras de sorpresa, emoción e ilusión al descubrir que les habíamos preparado un viaje en helicóptero sobre Chicago con la premisa de buscar el producto robado”. La experiencia, entrevistas y grabaciones desde el aire dieron paso a la comida en el Hard Rock Café. Allí Alex les informó de que esa misma noche tendría lugar en un antiguo speakeasy y casino real de Al Capone, la fiesta internacional en la que se subastaría el producto robado y para la que hacía falta invitación. ¡Los Ocean´s Seventy Five entraban en juego! Alex y David ‘robarían’ los dos tranvías que llevarían a los invitados reales a la fiesta. Recogerían a los clientes en su lugar, y estos, elegantemente vestidos con trajes de los años 20, se harían pasar por los invitados. Y así fue.
A la llegada al casino les esperaba además de gangsters, músicos, un casino real y cockteleros, el anfitrión, el propio Don Fito Glifosato con el bidón, el producto robado en medio de la sala. Quien ganase más dinero en el casino se llevaría el buscado premio para copiar su fórmula magistral y hacerse de oro.
90 minutos más tarde, saltaron todas las alarmas. La policía había llegado y había que huir. Unas escaleras ocultas en una pared por las que hace 100 años huía el propio Al Capone sirvieron de vía de escape para el grupo. Con el caos, el bidón también había desaparecido. La huida había sido guionizada para que el grupo llegara sin esperarlo a un pequeño teatro decorado como si fuera del s.XIX en el que tendría lugar la cena y el late night show. Alex Navarro como MC, música en vivo, videos resumen de las jornadas y para finalizar la cena, aparición de D. Fito Glisofato junto a sus guardaespaldas que pidió que saliera el ballet para amenizar la noche. El ballet estaba secuestrado junto a los invitados. Momentos de tensión que el equipo de Tradecorp resolvió ante el público. Tres semanas antes del viaje, una coreógrafa había creado un baile al estilo del musical Chicago para ese momento. Los clientes ojipláticos, vieron cómo los trabajadores de Tradecorp se hacían pasar por el ballet solicitado por Fito Glisofato. Ovación, risas y un guion estructurado y original junto con experiencias únicas, hicieron el éxito del incentivo. La noche acabó cómo lo hacían las noches de casinos y alcohol. Una pelea a cámara lenta entre el equipo de Tradecorp y los guardaespaldas de don Fito. Los primeros ganaron convirtiéndose así en la nueva mafia de Chicago y recuperando su producto robado.