Repsol genera energías sostenibles a través de una activación en forma de karaoke
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Informar al público joven de forma divertida
Es todo un reto querer comunicar acerca de energías renovables a un público joven y de manera novedosa y divertida. Este fue el encargo que recibió Momentum desde Repsol, cliente habitual de la agencia, que buscaba concienciar sobre la movilidad eléctrica y las opciones de instalación de puntos de recarga que tiene en toda la península. “Además, uno de los puntos clave era informar a los jóvenes de las facilidades que ofrecía la plataforma Waylet, impulsada por Repsol para realizar pagos en distintos establecimientos, así como para calcular las distintas rutas y localizar los puntos de recarga en el destino” nos explica Carlota González del Valle, Accounts & Brand Experience Leader de Momentum.
El buscar una opción que resultase atractiva para los jóvenes es lo que les permitió atreverse a proponer nuevas ideas y arriesgar a la hora de elegir un espacio para acercarse a ellos: los festivales de música, lugares de puro entretenimiento, diversión y locura. Para ello, desde Momentum crearon una experiencia lúdica que, alineándose con el festival, permitiese que la marca se integrase de manera natural y que el público se sintiese como un artista más. Esta experiencia se basaba en la elaboración de un karaoke que funcionaba con un sistema (elaborado junto con Bahía Tuna) que podía convertir la energía producida por la vibración de la voz en kilovatios acumulados en un cargador eléctrico de Repsol.
¿Una activación en un container de barco?
En esta activación, que se colocó inicialmente en el Festival Gigante de Alcalá de Henares y el Granada Sound, “se canta y se baila. Mientras estás en pleno auge de tu actuación, un fotomatón instalado te hace e imprime tres fotos para tener un recuerdo tangible de la experiencia. Además, te graba un video en formato ‘story de Instagram’ que posteriormente descargas a través del QR que te facilitará el azafato al salir del karaoke”, comenta González. Igual que en los karaokes tradicionales, los participantes van viendo en la pantalla que tienen frente a ellos la letra de la canción, mientras que en la pantalla exterior se informa acerca de los kilovatios producidos durante la actuación y acumulados en el cargador posicionado al lateral del karaoke.
Este karaoke no se realiza en un espacio al uso, sino que un container de barco fue rehabilitado para convertirse en el venue de esta activación. Además, también se añadieron un fotomatón, videomatón y un sistema de medición de kilovatios. Junto a los elementos del karaoke también se incluyó el elemento para generar esta energía limpia y retenerla: el cargador eléctrico de Repsol, que acumula la energía producida por la vibración de la voz y carga distintos coches híbridos o eléctricos.
Éxito más allá del target preestablecido
Con la elección de este curioso formato no solamente se logró llegar al target, sino que incluso se consiguió alcanzar un público más amplio del inicialmente pensado: “lo que en principio parecía un target cerrado en gente joven de 20 a 40 aproximadamente, ha ido ampliándose hasta el punto en el que forman parte de la activación los más pequeños. En Navidad, nos llevamos el karaoke a una famosa feria de Madrid y pusimos a los niños a cantar villancicos junto con sus padres. El resultado fue un profundo éxito y el karaoke fue una atracción más en su aventura navideña, permitiendo a Repsol asociarse con los recuerdos positivos de grandes y pequeños”, indica la Accounts & Brand Experience Leader de Momentum. El éxito de esta activación se encuentra, precisamente, en aprovechar espacios en los que la gente esté animada para acabar por completo de perder la vergüenza, dándolo todo sobre su propio escenario.