Reinventur de cena en el Museo del Prado
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El briefing del cliente era claro: querían una actividad que dejara boquiabiertos a los asistentes. La agencia decidió indagar en los gustos de los asistentes y tras saber que adoraban el arte, la gastronomía y eran entendidos en vinos, supieron que la propuesta tenía que ir por ahí. Se les ocurrió como actividad disfrutar de la soledad del Museo del Prado frente a las grandes obras de la pinacoteca y culminar la visita en la sala de las musas, donde a los asistentes les esperaría otro recorrido, pero culinario y amenizado por guitarra española en vivo.
El museo alberga gran parte de nuestras obras maestras y lo bueno es que muchas de ellas son bodegones o representan festines de una época, por lo que la agencia pensó que estaría bien, poderse ‘comer esas obras´. Se planteó al catering (Sodexo Premium) diseñar platos de alta calidad gastronómica que representasen esos cuadros. Por ejemplo: para El Gusto, un conjunto de pinturas de una colaboración entre Jan Brueghel el Viejo y Rubens que representan la alegoría de los cinco sentidos, se preparó un plato sabroso que combinaba ceviche ligero de ostras con toques agridulces.
Realizar un evento en museo conlleva muchos trámites y depender de muchas autorizaciones. Pese a ello, nos cuentan desde Reinventur que el museo fue muy colaborador y concedió hasta donde pudo (como cerrar ciertas puertas de salas etc. para conseguir el efecto wow! del grupo). Por su lado la agencia, consciente de las exigencias de un espacio como este renunció a otras peticiones, como poner centros de flores pues el tratamiento de estas puede llegar a dañar las obras de arte.