RedBull Music Academy Bass Camp: la fiesta llega al metro
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Cuatro jornadas de charlas, improvisaciones, grabaciones y sesiones nocturnas en las que participaron 25 jóvenes talentos de la escena electrónica con el objetivo de ampliar experiencias con reconocidos músicos.
En el espacio multiusos {ms_3184} tuvieron a su disposición estudios de grabación e instrumentos para poder dar rienda suelta a su creatividad. Además el espacio fue el escenario para las sesiones más técnicas, los debates y las charlas donde artistas internacionales se sentaron en el famoso sofá de la Academy para ofrecer varias lectures.
Unas sesiones abiertas al público que combinaron parte formativa junto con sesiones de DJ y que durante los cuatro días recibieron a 1.500 asistentes. Muchos de ellos acudieron a la sesión homenaje a los sonidos disco que se celebró en el Casino de Madrid. Contrastando con el ambiente majestuoso del edificio, los protagonistas fueron los sonidos más clásicos de la música electrónica en una sesión con potentes djs.
Y el DJ se subió al metro
Para el plato fuerte de este Academy Bass Camp, la fiesta MC39, se organizó un viaje por la noche de la capital que arrancó con una cita en el vestíbulo de la estación de Príncipe Pio. El productor Talktome fue el encargado de poner los beats mientras los asistentes esperaban a conocer el sitio secreto de la fiesta final.
Para ello había que coger el metro, así que en la propia estación, se subieron al tren que les llevaría a su destino final. Pero había que disfrutar igualmente del viaje, con lo que el dj Pau Roca pinchó en los vagones montando la fiesta dentro, literalmente, del metro.
El viaje finalizó en la estación de Chamartín, donde la agencia Last Lap montó la fiesta MC36 en uno de los andenes de la estación invitando a los asistentes a bailar dentro del túnel del suburbano. La sorpresa aumentó al entrar en el túnel y ver que todo estaba montado para vivir toda una sesión underground, con dj incluido, juegos de luces y proyecciones sobre las paredes del túnel.
Tras la fiesta grande, al día siguiente había que recuperarse con una sesión-vermú más ligera de nuevo en Medialab Prado donde se combinó el street food con la música salida de los platos de mezclas. Una despedida con el mejor sabor de boca.