¿Qué tienen en común Joselito y Swarovski? Branded content
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Porque posiblemente no lo sepas, pero el jamón es un potente cosmético natural que no debería faltar en la alimentación de ninguna mujer. Es antioxidante, cardiosaludable e incluye vitaminas y minerales que mejoran la elasticidad y belleza de la piel. Por tanto, el Joselito Vintage 2009, con ocho años de curación, en una edición tan exclusiva que solo disfrutarán las 45 personas que tengan acceso a tiendas tan chic como Harrods en Londres o Peck en Milán, con un precio de 3.000 euros la pieza, puede considerarse, sin duda, una verdadera joya.
Así lo vieron en P&Y, que idearon una presentación de lujo. Comenzaba con un viaje de día y medio (“es importante que encajara en las agendas de los periodistas”) a Austria, el país desde donde Swarovski ha diseñado probablemente la funda más loca para una pata de jamón: cientos de cristales brillando tejidos en una red que se cierra con una elegante pulsera adornada con dos becharmed beads con cristales incrustados, terminado con un precioso estuche con el nombre Joselito escrito en microcristales Swarovski.
¿Los afortunados? Un reducidísimo y escogido grupo de quince personas entre periodistas life style e influencers (“es todo un arte combinar ambos perfiles porque son muy diferentes”), “que facilitara un viaje repleto de detalles y personalizado al máximo, con su buena dosis de tiempo de relax, y en el que el staff de la agencia se transformó en parte de Joselito, no con un perfil de organizadores, sino compartiendo con los invitados la experiencia, de forma que ayudamos más eficazmente a nuestro cliente en su relación con la prensa, siendo uno más del equipo”, señala Mayra.
A la llegada al hotel les esperaba una tarta individual Sacher de la mejor pastelería de Innsbruck como welcome pack que les invitaba a relajarse y disfrutar, porque el relax fue uno de los principales aspectos del viaje, tanto en el paseo el primer día por la ciudad, con numerosos momentos de break y restauración, visitas a la exposición de Jean Paul Gaultier en la tienda de Swarovski, sin actividades programadas… simplemente dejándose llevar.
Al día siguiente, la presentación propiamente dicha tuvo lugar en la exposición Swarovski Kristallwelten, un espacio ya de por si sorprendente, en donde descubrieron la última joya de Joselito, entrando en el reducidísimo círculo de mortales que han tenido la fortuna de probar el exclusivo manjar.
“El impacto en prensa se multiplicó, y muchos medios que no participaron, recogieron con detalle el evento en sus publicaciones”, finaliza Mayra.