¿Pueden las redes sociales utilizarse como escenografía?
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En una época en la que los organizadores estamos obsesionados con socializar en nuestros eventos, Sam quiso hacer sexy al social media integrándolo como parte de la decoración. «La mayoría de los proveedores de tecnología hacen que todo parezca como en los 80. La decoración es bonita pero la infraestructura tecnológica no le corresponde, no es atractiva«, especialmente cuando hablamos de elementos relacionados con redes sociales, que están muy limitados al espacio de la pantalla donde aparece el tweetwall.
De esta manera, para Lexus crearon un videowall en el que el contenido en redes sociales formó parte de la decoración. «Necesitas arte y ciencia», dice Sam. «Generar información, datos y procesarlos es toda una ciencia, pero hacerlo atractivo es arte». Esta proyección dinámica – las imágenes estaban constantemente renovándose y en movimiento- incluía fotos y videos recogidos automáticamente de varias redes sociales (siempre que estuvieran identificadas con el hastag del evento): Twitter, Facebook, Instagram.
Esto suponía un aliciente para que el público publicara contenido, ya que a todos nos gusta ver lo que hemos publicado en la pantalla grande y que lo vea todo el mundo; además de crear un elemento decorativo dinámico y con mucha vida. Resultado: más de 600 fotos y videos se compartieron en Instagram; generando más de 40.000 likes y 900 comentarios en 24 horas.
Algunos asistentes al evento no solo asimilan el mensaje que reciben en el evento sino que se hacen con él y su prioridad es acercar el evento a cuanto más gente posible distribuyéndolo en las redes sociales. Una plataforma incluyendo la mayoría de las fotos del evento se puede utilizar para que el público publique las fotos en las redes sociales que deseen. Esto se suele hacer generalmente online, pero también se puede hacer tras el evento, ayudando al branding del cliente. Esta gestión de las fotografías se puede ofrecer como simple software o como una solución a medida para cada evento.
Un ejemplo más: para las 12.000 personas de un evento de IBM, Sam creó una barra de juegos en la que los asistentes podía usar iPads para contestar las preguntas de la conferencia. «Es una manera divertida de asimilar el contenido. El público además empieza a comentar las preguntas planteadas y a intercambiar impresiones sobre el contenido de la conferencia, algo que es muy productivo».
25.000 preguntas fueron contestadas y los asistentes volvieron a sus casas con un mejor conocimiento del contenido, además de haber tenido contacto y conocido a otros participantes.