Pelayo Seguros vuelve a los incentivos viajando a La Habana y Varadero
Compartir noticia
Escuchar
Seis días en La Habana y Varadero
Los 90 afortunados estuvieron tres noches en La Habana alojados en el Gran Hotel Manzana Kempinski y otras dos en el Meliá Internacional de Varadero. El primer día, tras su llegada, disfrutaron de una cena tipo cóctel en la terraza del hotel, según nos cuentan desde Terra, con unas vistas espectaculares a toda La Habana mientras una orquesta en privado amenizaba la velada.
El segundo día visitaron La Habana Vieja, la zona más antigua de la capital cubana, haciendo una parada con los típicos mojitos. La comida fue en “Al Carbón” un paladar típico en el centro, dejándoles por la tarde tiempo libre para compras en un mercadillo local. Por la noche, cena auténtica cubana en un restaurante con maridaje de café y puro acompañados por un maestro somellier que impartió una clase magistral sobre el tabaco. Entre otras cosas, ¡les enseñaron cómo fumar un puro al más puro estilo Cuba! Y también a bailar, en una clase privada de dos horas con una banda de música cubana.
Experiencias super exclusivas
El tercer día ¡sorpresa en la plaza del Gran Hotel Manzana Kempinski! Les esperaban coches clásicos para visitar La Habana Moderna. Comida en el paladar “La Guarida” y visita super exclusiva al Hotel Nacional de Cuba pudiendo disfrutar de un mojito en el “salón de la fama”. Cerraron el día con una cena de gala y fiesta en el Gran Teatro de La Habana.
Cuarto día dirección a Varadero (con paradas para brindar con piña colada). Y una vez en Varadero les sorprendieron catamaranes con los que navegaron hasta un delfinario en medio del mar donde hicieron snorkel e interactuaron con los delfines. “Al subir de nuevo al catamarán les dimos otra sorpresa con ibéricos que nos llevamos desde España”, nos cuenta Sandra Esteve, directora de incentivos de Terra. Y, por si los ibéricos no les resultaron suficientes, almorzaron en un cayo con platos de langosta. En la playa tenían una zona privada para ellos con tumbonas. La cena de despedida fue tipo barbacoa con dress code color blanco.
La mejor recompensa y motivación para seguir trabajando
Como nos cuenta Jaime Delgado, Responsable Patrocinios, Eventos y RRSS, de Pelayo Seguros, el objetivo del incentivo era “recompensar de alguna manera a comerciales que han conseguido objetivos de venta con algo muy exclusivo que no puedan hacer ellos por su cuenta, motivar de cara al nuevo objetivo de este año y afianzar la relación, trasladar esa sensación de equipo, de sentirte arropado por altos cargos que acompañan”. Para esto nos dice que en el incentivo se cuida mucho el sitting y que, en las comidas o las cenas hay rotación, para que se conozcan y compartan opiniones e impresiones.
Una inversión de un euro en un incentivo tiene un retorno de 4 euros
No lo digo yo, lo dice Oxford Economics. El viaje de incentivo es especialmente potente: experiencias memorables, un año entero de comunicación, un momento de cultura de empresa, además de ser un evento que a menudo se auto-financia. Pero también es un evento a menudo mal entendido y parcialmente aprovechado. En eventoplus publicamos un informe sobre el poder del incentivo y cómo aprovechar esta maravilla de evento que puedes descargar.