Microteatro, un tobogán y un pasaporte de experiencias para conocer las nuevas oficinas de Nayar Systems
Compartir noticia
Escuchar
La agencia supo sacar partido del mapamundi led que preside la recepción de la nueva sede y del divertido tobogán que conecta la primera planta con la principal, para que el evento transmitiera diversión y el carácter internacional de la compañía.
Una vez los invitados iban accediendo al interior del edificio, descubrían el luminoso mapa led y se sorprendía de ver el tobogán, era el momento de arrancar el recorrido por las nuevas oficinas. Para ello se les facilitaba un pasaporte de experiencias en el que se les indicaban las acciones que se iban a desarrollar en cada planta, invitándoles a moverse libremente por las instalaciones y descubrir a su ritmo cada rincón de las nuevas oficinas. La idea era que en cada planta pudieran vivir algo diferente, reflejando el espíritu de evolución y creatividad en la innovación que respira la empresa.
Por ejemplo, en la primera planta se desarrollaba una experiencia de microteatro con una estética emulando a los periodistas de los años cuarenta. Los actores y actriz simulaban que eran el ordenador central de Nayar Systems: cada uno de ellos adoptaba el papel de un microchip que recibía noticias que debía comunicar. Esta zona de las oficinas se recreó como una sala de prensa en la que cada uno de los actores redactaba en una máquina de escribir las noticias que recibía y acto seguido se lanzaba por el tobogán, que hacía las veces de banda ancha. Un paralelismo entre la interconexión tecnológicas y los servicios de Nayar Systems, relacionados con el IoT industrial. Además, cuando los actores y actriz se tiraban por el tobogán, aterrizaban de repente en la planta baja donde estaban entrando los asistentes al evento, desencadenando el factor sorpresa.
En las plantas superiores se fueron encontrando una cantante de soul en la segunda, un grupo de jazz en la tercera. El grupo Magia A Dos desarrollaba un espectáculo de magia en la cuarta planta en el que los trucos y la baraja que utilizaban estaban personalizados con la imagen de Nayar Systems y sus valores como compañía.
La azotea se reservó para disfrutar de las vistas de la ciudad con la voz de fondo de una soprano en directo y como cierre de fiesta, la planta subterránea de las oficinas sirvió para celebrar una fiesta clandestina.
El catering también estuvo muy integrado en la ambientación y mensajes que se lanzaron durante el evento. A cargo del restaurador Miguel Martí, destacaron elaboraciones innovadoras como un buffet de nitrógeno líquido, contó con el postre “La vuelta al mundo del chocolate” a modo de pequeños trofeos: un guiño al carácter internacional de la compañía, presente en 31 países en todo el mundo, y los premios recibidos por su trayectoria empresarial innovadora y tecnológica.