‘Memorias de África’ de la mano de Pangea
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Teniendo en cuenta las peticiones de la compañía y la época del año en que se realizaría el viaje, pensaron en varias propuestas, para acabar centrándose en el sur de África: Zambia y Botsuana. Para crear expectación y acelerar las ventas, se creó un save the date que dio inicio al hilo conductor que marcaría todo el viaje: “Tras los pasos de Livingstone”.
Mantener la incertidumbre hasta el último momento. Los viajeros desconocían las actividades del viaje, incluso Pangea jugó al despiste para conseguir un mayor efecto “wow”. Se les entregó en el punto de encuentro del aeropuerto parte del material que necesitarían. ¡La emoción se palpaba!
El primer impacto no se hizo esperar, porque nada más aterrizar el grupo fue directo a una de las visitas más espectaculares: las Cataratas Victoria. Esta impactante experiencia fue el tema de conversación en la cena de bienvenida que celebraron en los jardines del hotel, con el sonido de las cataratas de fondo. Un verdadero lujo: disfrutar de los pequeños placeres de la vida en entornos únicos.
La aventura continuó a la mañana siguiente, con el salto en tirolina al estilo ‘flying fox’ y siguió con una visión diferente de las cataratas: desde un helicóptero. Después de esta descarga de adrenalina, disfrutaron del atardecer africano en un crucero por el río Zambeze, que supuso la primera toma de contacto con la fauna que comparte la vida con los habitantes de estas tierras. Terminaron la cena con una “boma” al más puro estilo africano.
Contacto con la esencia africana: los elefantes. Al día siguiente, quisieron aprovechar las opciones que da el río Zambeze, y disfrutar de una jornada de aventura y naturaleza haciendo rafting. Pero lo más emocionante fue la interacción con una manada de elefantes africanos. “Fuimos a una asociación que trabaja con elefantes que han sufrido algún tipo de accidente y no pueden volver a la naturaleza, con lo que esta asociación les proporciona una vida en semilibertad. Tenerlos cerca, aprender sobre sus características sociales, asombrarnos con este majestuoso animal fue el broche perfecto para despedirnos de Zambia. No sin antes cenar en un tren colonial a vapor, como verdaderos viajeros de siglos pasados”, nos señala David.
Botsuana. Llegaron al país cruzando la frontera por el río Zambeze con la ayuda de unas barcazas, en el punto donde se unen Zambia, Zimbabue, Namibia y Botsuana y donde el tránsito de gente y mercancías es continuo. ¡Una experiencia inigualable! Por la tarde, visitaron el Parque Nacional de Chobe, donde se volvieron a encontrar rodeados por una manada de más de 50 elefantes que disfrutaban en un lago a escasos metros del grupo. Fue uno de los momentos más emocionantes del viaje, y del que más fotos se llevaron (ya sabes: parece que la calidad de las experiencias se miden en número de fotos y selfies…).
Pero no solo vieron elefantes: leones, hipopótamos, impalas o águilas se dejaron ver durante el segundo safari del grupo en el Parque Nacional de Chobe.
Se despidieron del viaje con una cena para el grupo que se alargó hasta bien entrada la madrugada. “Y es que África nos pedía a gritos que la viviésemos con intensidad hasta el último minuto”, comenta David.
Hablamos con David Sánchez…
¿Por qué África como destino? “Nunca nos cansamos de contar lo mágico, increíble, único, majestuoso, bello, cautivador, y genial que es el continente africano. Viajar forma parte de nuestro ADN y consideramos que siempre que viajas, regresas con más sabiduría, pero África en concreto, te cambia para siempre como ningún otro lugar en la tierra, al ser aún desconocida en gran medida, aporta incertidumbre, adrenalina y una naturaleza tan brutal, que te hace volver al origen y disfrutar de la esencia de la vida; al regresar en el avión un cliente me dijo, “si pudiera hacer tan solo una cosa más, me iría de safari otra vez”.
¿Algún momento emocionante del viaje? “Vivimos varios momentos emocionantes, las caras de la gente antes de lanzarse en la tirolina, los momentos nervios cuando estaban interactuando con los elefantes y la sorpresa de parar los buses en medio de una carretera esperando a que pasara un tren en medio de la nada, ver que se acercaba un tren de vapor y descubrir en ese instante que el tren paraba para recogerles a ellos”, fueron unos de los momentos más impactantes.