Madrid Beauty Festival celebra la belleza en la Castellana

El medio como organizador de eventos. Como sabes, los medios de comunicación son mucho más que meras publicaciones hoy. Utilizando la capacidad de convocatoria que tienen y aprovechando las características específicas de su público, las editoriales diversifican sus actividades y realizan todo tipo de eventos relacionados con su línea editorial y su comunidad. Una de las editoriales que utiliza este tipo de eventos de manera más recurrente es Condé Nast. El pasado sábado 15 de junio, celebraron la segunda edición del Madrid Beauty Festival junto al Corte Inglés de la Castellana, una celebración en la que se ofrecen de manera gratuita charlas y encuentros sobre skincare, cuidado personal, salud y demás temas relacionados con la belleza y el bienestar.

Los inevitables influencers. Personalidades como Boris Izaguirre, Anabel Vázquez, Myriam Yébenes, Pablo López Navarro y el make-up artist Gato, entre otros, participaron en encuentros organizados por las publicaciones de Condé Nast en España: Vogue, GQ, Vanity Fair, Glamour, Architectural Digest y Condé Nast. Una manera además de conectar estas publicaciones y generar sinergias entre sus territorios, audiencias y anunciantes.

Todo un festival… Los asistentes disfrutaron de los productos que las empresas mostraron y de las charlas impartidas por expertos y prescriptores sobre belleza. El festival pretendía así mostrar una noción holística de la belleza que se identifica con “sentirse bien”, y que incluye el deporte, la armonía, la salud mental y el bienestar.

Los asistentes pudieron también recorrer los stands en los que podían inspirarse y probar los diferentes productos que se presentaban en este formato de pop-ups de las diferentes marcas que abalan en una ocasión más el éxito y el valor de esta tendencia.

El Corte Inglés, por ejemplo, incluyó una carpa con servicios de maquillaje de Charlotte Tilbury, Givenchy y Nars. Además, refrescaron a los visitantes con helados traídos por Charlotte Tilbury y ofrecieron consejos de colorimetría para saber cuál es el color que más le va a nuestro tono de piel.

Marcas de belleza… y más. Además de El Corte Inglés, en el festival podían visitarse los stands de SYOSS, Elisabeth Arden, Esthederm, Bioderma, Kérastase, Chloé Atelier des Fleurs, Kiehl’s, Bourjois, Lancôme, DKNY, Guerlain o Maribel Yébenesentre otros. El enfoque del evento al bienestar y al disfrute ha permitido que la lista de marcas se abra a otros sectores fuera de la belleza como las marcas de bebidas como Solán de Cabras y Osborne: Gin Gold 999.99, que no quisieron perderse la cita.

Estimulando el consumo de todas las experiencias. Como parte de la experiencia, los asistentes pudieron sellar su Pasaporte Beauty en cada uno de las pop-ups disponibles. Conseguir todos los sellos significaba entrar en el sorteo de una Beauty Bag que contenía productos de belleza de las marcas participantes. Este pasaporte hizo a los usuarios poder interactuar a un nivel más exhaustivo y dinámico con el evento, además esta iniciativa también cuenta con una dimensión digital, ya que se puede completar el Beauty Passport Digital hasta el día 20 de junio. Esta mezcla de formatos combina pop-ups, charlas, debates, masterclass. Una combinación de la dimensión comercial con la experiencia y el aprendizaje que hará que el mensaje cale en los asistentes de una manera más completa y duradera, por lo que la comunicación se hará más efectiva y el engagement sea mayor.

Un sector en crecimiento. El mercado de la belleza se encuentra en un momento muy dulce, según la consultora McKinsey, con un crecimiento proyectado del 6% anual. Siguiendo con los datos, el 83% de los lectores de las cabeceras de Condé Nast prefiere pagar más por productos de belleza si estos garantizan su calidad. Valoran ser los primeros en probar los productos y que estos sean innovadores. Además este público se convierte en prescriptor de este tipo de productos, según la editorial.

En España, según la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética Stampa, la industria cosmética representó en 2022 un mercado de 9.250 millones de euros. A este poder económico se le suman la implicación de los nuevos paradigmas sociales en el sector: la ruptura de las barreras de género, la nueva masculinidad, la superación de los cánones tradicionales de belleza, la sostenibilidad y la innovación. Tras ver estos datos, está claro que la industria de la belleza crece más (aunque nos parecía posible) y sobre todo vira hacia la implementación de valores relacionados con el bienestar y el amor propio. Ya no nos interesa tanto gustar, nos interesa más gustarnos.