Lo moderno y lo sobrio llegaron a su punto de equilibrio en la última asamblea de la CEOE
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La CEOE quería celebrar su asamblea general y una cumbre para impulsar y comunicar la necesidad de la innovación en España. Con este doble evento la CEOE buscaba marcar su transparencia como organización, por un lado, e involucrarse como motor de un movimiento colectivo de innovación. De ahí el celebrar la cumbre junto con su asamblea.
Ambas jornadas debían compartir un cierto nexo de comunicación e imagen. La asamblea, más institucional, y la Cumbre de Innovación, con una imagen y ambientación más contundentes para proyectar una imagen moderna, pero minimalista y nada ostentosa.
Modernidad e innovación que se trasladó a la escenografía y ambientación, con el reto de que había que crear dos ambientes, ya que el auditorio no tenía capacidad para albergar a todos los asistentes. Para ello se diseñó un espacio exterior que permitió seguir las reuniones con la misma calidad que en el auditorio. Una zona diáfana donde se colocaron sillones, zonas de networking y módulos acotados a través de decoración a modo de pequeñas salas con sonido propio y pantallas de plasma que recibían la señal del auditorio.
Además, para poder seguir al detalle todo lo que se desarrollaba dentro, se repartieron 300 iPads sincronizados con las presentaciones de modo que los asistentes podían seguir las sesiones al mismo ritmo del ponente. Innovación y tecnología que se recogía en la palma de la mano.