Leyendas y gastronomía en el incentivo de Terra Consultoría de Incentivos en Escocia
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El grupo llegó con el vuelo de Iberia de la mañana y comenzó una visita panorámica por la ciudad terminando en el Castillo de Edimburgo, ¡visita obligada! Mientras, las maletas se entregaban en las habitaciones del hotel Sheraton Grand. “El Sheraton nos encanta para incentivos ya que no hay prácticamente diferencia en sus habitaciones” (la igualdad, ¡noción fundamental en incentivos!). Además el trato y la ubicación son inmejorables. El primer almuerzo tuvo lugar en el restaurante The Witchery, en el jardín secreto. El sol acompañó e hizo que el almuerzo fuera aún más especial con los rayos de sol entrando a través de los cristales.
Después del almuerzo, continuaron con el recorrido visitando el Palacio de Hollyroodhouse antes de dirigirse al hotel para hacer el check in y tener un poco de tiempo libre antes de salir a cenar. La primera cena tuvo lugar en Howies Waterloo, un restaurante con un concepto moderno pero con una excelente cocina.
Al día siguiente amanecían temprano para una visita privada del Royal Yatch Britania, antiguo barco de la familia real británica y donde hoy se pueden organizar visitas o cenas. El barco abría en exclusiva para el grupo, que fue recibido por la entrada VIP. Tras un recorrido descubriendo todos los secretos que abordo ocurrieron a la familia real, subieron a la cubierta para un desayuno a base de scones con crema y mermelada y café y té. El día continuó por carretera hacia Crieff donde encontraron la destilería Glenturret, una de las más famosas y antiguas y donde el grupo fue recibido con chocolates al whisky antes de comenzar la visita. El almuerzo fue en la misma destilería, en su restaurante, con un almuerzo maridado con whiskeys. Tras el almuerzo regresaron a Edimburgo donde tuvieron el resto de la tarde libre para realizar compras. La cena tuvo lugar en Harvey Nichols, donde disfrutaron de una alta gastronomía amenizada por una banda de jazz. Tanto el traslado de ida como el de vuelta se hizo en los famosos taxis del Reino Unido, reservados en exclusiva para el grupo.
El último día se dedicó a visitar el imponente Castillo de Stirling y Loch Lomond, tras un camino entre verdes montañas, castillos y enormes lagos. Allí, a bordo de un barco dieron un paseo por el lago terminando en el embarcadero de Cameron House para el almuerzo. De vuelta a Edimburgo, los invitados encontraron en sus habitaciones el traje tradicional escocés para asistir a la cena de gala, según la talla de cada invitado que se les había solicitado con anterioridad. Además dos modistos acudieron al hotel para realizar los últimos ajustes necesarios. La cena de despedida tuvo lugar en Gosford House, una mansión que cuenta con una de las colecciones privadas de arte más importantes de Europa. Un gaitero recibía al grupo mientras accedían a la casa para disfrutar de un cóctel amenizado con un piano. Tras el cóctel, los invitados fueron accediendo al salón para la cena donde pudieron disfrutar de la ceremonia del address del haggis (panza de oveja rellena). Tras la cena, disfrutaron de una degustación de distintos whiskeys y el grupo fue despedido por una banda de Beat the Retreat.