Lanzamiento europeo de vivo en el planetario Zeiss de Berlín

¿Cómo se pone poner en valor un atributo de tu producto al mismo tiempo que ofreces una experiencia interactiva? Pues con un evento de dos días en un planetario de Berlín. Al menos esta ha sido la apuesta de vivo, para el lanzamiento europeo de su nuevo flagship x80 Pro 5G. En este caso, la elección del lugar no fue para nada arbitraria, ya que, el planetario Zeiss (además de ser el último edificio construido bajo el régimen de la Alemania Federal), es colaborador de vivo. Concretamente, ha participado en la creación de la cámara del nuevo smartphone, incorporando toda la tecnología de sus lentes en el ámbito de la fotografía móvil. El evento, además de resaltar el trabajo realizado por Zeiss, también supuso una oportunidad para la prensa, influencers, partners y fans de la marca, para conocer de primera mano las innovaciones del nuevo vivo.

Recorrido interactivo

Durante dos días, más de 500 personas participaron en este acto de presentación que, tal y como señala la marca en su comunicado oficial, “buscó alejarse del manido concepto de presentación clásica en la que uno o varios portavoces anuncian desde un escenario la tecnología desarrollada”. Pese a romper con el modelo común en presentaciones tecnológicas, para este lanzamiento, también hubo un representante de la compañía, Denny Deng, vicepresidente de vivo y presidente de la unidad de negocio en Europa, que fue el encargado de recibir a los invitados y hacer una breve presentación. A continuación, los visitantes fueron conducidos a una exposición guiada a través de la cual, se hacía un recorrido por la historia de las lentes de Zeiss, al mismo tiempo que sus miembros hacían demostraciones de su uso y capacidades.

Pero el objetivo principal era que los asistentes pudieran probar por sí mismos las características del nuevo dispositivo, en especial sus diferentes cámaras, así que se les entregó uno a cada uno, y se les animó a participar en una serie de experiencias interactivas a través de diferentes escenarios muy dispares entre sí.  Por ejemplo, pudieron poner a prueba la capacidad de la cámara en ambientes con poca luz, a través de una jungla en movimiento; se trataba de un pasillo decorado con plantas y un puente colgante sobre el que tenían que pasar. También había un giroscopio en el que había montado un teléfono que iba girando sobre sí mismo, pero grabando un vídeo estabilizado en el horizonte.

En todos los ambientes (la jungla, sala ciberpunk, burlesque europeo, musicales más populares), los usuarios podían interactuar a través de distintos ejercicios con los que probar la cámara; aparte, también había varios modelos posando que seguían las órdenes de los visitantes, que les indicaban cómo y dónde ponerse.

Cierre estelar

Y como no podía ser de otra manera, el recorrido terminaba con una sesión en la cúpula del planetario. Allí fue donde pudieron poner a prueba la capacidad de la cámara en unas condiciones de (prácticamente) absoluta oscuridad. Por último, se sirvió un pequeño piscolabis en una zona habilitada para trabajar, para aquellos periodistas que tenían que mandar sus contenidos.  “Este tipo de presentación, que se mantenía sin apenas cambios desde 2007, es el modelo más común en presentaciones de tecnología, y quedó completamente obsoleta con la puesta en escena proporcionada por el esfuerzo conjunto de vivo y ZEISS”, señalan desde vivo.