La gran peste, un rolplay ambientado en el siglo XIV y centrado en el sentido del oído

A la hora de premiar a sus mejores vendedores, la empresa Amplifón quería ofrecerles algo fuera de lo común. Además, buscaban una experiencia que les cohesionara como equipo, pero que a la vez fuera divertida y especial. Para ello contactaron con la agencia Marca Condal que tras analizar la especialidad de la marca -la venta de audífonos- decidió crear una actividad basada en el rolplay donde el sentido del oído fue el protagonista.

Storytelling: La gran peste

El objetivo de la marca era premiar a sus 35 mejores vendedores (de España y Portugal) ofreciéndoles una jornada divertida, llena de sorpresas y retos por resolver. El concepto creativo de la experiencia trasladó a los invitados en pleno siglo XIV, en un escenario digno de Juego de Tronos (el castillo de Santa Florentina), donde la gran peste había afectado el oído de sus habitantes. Los participantes tuvieron que meterse en la piel de unos investigadores que habían sido contratados para desvelar el misterio del castillo y averiguar qué y quién habían sido los responsables. Se crearon 10 pruebas que se distribuyeron por toda la localización y, durante aproximadamente dos horas y media, los investigadores tuvieron que utilizar las pistas y materiales que se les había proporcionado, así como interactuar con los personajes que daban vida a la historia, para concluir con su misión. 

Producción: equipo multidisciplinar y personalización al detalle

El proceso de producción llevó cuatro meses, durante los cuales la agencia trabajó codo con codo con los diferentes proveedores implicados. Llegado el momento, se necesitaron cuatro días de montaje para transformar y adaptar totalmente el castillo. Participaron unas 50 personas entre personal de maquillaje, vestuario, peluquería, attrezzo, iluminación, audiovisuales, catering, además de los 10 actores que formaban parte del relato.

Experiencia inmersiva: rolplay y escape room

En este caso, el objetivo era crear una actividad de entretenimiento que tuviera un background de la marca, pero no como elemento principal. “Queríamos que se sintieran como dentro de una película”, nos cuenta Héctor Rodríguez, fundador y creativo en Marca Condal, por eso decidieron organizar un rolplay mezclado con las características de un escape room; de este modo consiguieron una mayor inmersión en la experiencia. Desde el primer minuto, se les comunicó el rol a los invitados y se les entregó material de disfraces para que pudieran caracterizarse, además de accesorios como un maletín y pistas que les ayudarían durante las pruebas. Tras superar todos los enigmas, se reunieron en el gran salón del castillo donde pudieron degustar una cena todos juntos y disfrutar de la fiesta posterior.

Aparte de conseguir que el grupo se divierta, la agencia siempre ofrece para este tipo de actividades la presencia de unos observadores/coaches que se sitúan en cada una de las pruebas (totalmente caracterizados con la temática para que se integren en la historia). Se trata de gente formada que tiene como misión anotar el comportamiento y actitudes de los diferentes participantes, para luego elaborar un informe que se entrega a los clientes. “Son datos muy valiosos para las empresas”, afirma Héctor, además “nos permite darle un plus al evento para que no sea solamente diversión”.