La GNEAUPP congrega a 1.300 profesionales en Riojaforum
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Por el volumen y estructura del congreso, el palacio se ocupó en su totalidad, desde su auditorio con aforo para 1.223 personas, hasta las más de nueve salas que lo complementan y la zona de exposiciones (682m2). El evento incluyó plenarias y sesiones paralelas de ponencias. Muy destacables eran las zonas dedicadas a la interacción entre ponentes y asistentes donde, por franjas horarias, los ponentes estaban disponibles para que los participantes pudieran acudir y resolver dudas o entablar conversaciones abiertas sobre el contenido de la charla… Una práctica cada vez más habitual en congresos, y que permite que las ponencias no se alarguen con demasiadas preguntas y que se cumplan los tiempos de los programas).
Un reto de espacio fue la zona de posters: se pretendía colocar alrededor de 300, pero todas las salas estaban ocupadas y también se necesitaba un espacio para la comida… Se recurrió por tanto a pantallas táctiles, que reducen bastante la necesidad de espacio además de permitir una mayor interactividad con el contenido y de permitir seguir el interés que destaca cada tipo de contenido. La comida, por deseo del presidente, tenía que ser sentados en mesas y sillas. Problema: el palacio no disponía de más espacio y los restaurantes más cercanos no podían acoger a un grupo tan numeroso… ¿Solución? Muy cerca del palacio está la plaza de toros de la ciudad, así que fue el ruedo el encargado de acoger a los congresistas. Como lugar resultó estupendo porque se llega desde el palacio a pie por zona peatonal y, además, la plaza está cubierta con lo cual evita una de las pesadillas de todo organizador con los eventos al aire libre: el plan B por posibles inclemencias del tiempo. Así que como pasa a veces, el reto dio lugar a una oportunidad, la de una comida realmente impactante.
Después de tres días de conferencias llegaba la clausura y la cena final. Por cuestiones de la sociedad, no había previsión del número de comensales con demasiada antelación, y al final resultó ser un grupo grande… Otro reto de encontrar un sitio con capacidad, con poco tiempo además. La agencia lo resolvió encontrando un restaurante a las afueras de Logroño (cinco minutos en autocar).