La experiencia airberlin en un evento por las nubes
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Había que dar a conocer las nuevas frecuencias a Berlín, las recién estrenadas rutas a Viena y Düsseldorf y mostrar la oferta turística de estas ciudades. Para ello la agencia Divertia Smile Company pensó que nada mejor que un viaje al destino para vivirlo de primera mano. Los pasajeros: travel managers y profesionales de agencias de viajes que llevan el viajar en su ADN, con lo que había que sorprenderles con un vuelo diferente y original.
Para vivir mejor la experiencia de marca airberlin, la compañía aérea necesitaba buscar un lugar rozando el cielo. Para ello se eligió la planta 50 de Torre de Cristal customizándola con mobiliario y otros elementos que reflejaban la identidad de la marca que sirvieron para reproducir una terminal aérea a pequeña escala.
Torre Cristal fue una terminal de aeropuerto para el evento
Para acceder al evento se recreó el proceso de una llegada al aeropuerto. Se diseñó una invitación que era una tarjeta de embarque. Al llegar a Torre de Cristal los invitados se encontraban con un mostrador de facturación, en el que personal de airberlin les daba la bienvenida y les preguntaba cuál sería su destino final: Viena, Düsseldorf o Berlín. Tras pasar el control de seguridad -los mismo tornos de acceso al edificio- los asistentes tomaban los ascensores hasta la planta 35 los cuales estaban completamente vinilados con imágenes de las tres ciudades -un ascensor por destino. En la planta 35 había que hacer un cambio de ascensores para acceder hasta la planta 50. Una pista de despegue les mostraba el camino.
Al llegar a la zona de recepción eran recibidos con una copa de champagne y «Currywurst», una de las experiencias gastronómicas que se ofrecen en los vuelos de airberlin, servida exactamente igual que se hace en los vuelos, utilizando para ello los carros que se utilizan para el servicio a bordo.
Como recuerdo de viaje: una postal de chocolate
Las presentaciones de los destinos y rutas se hicieron junto con los videos sobre arena de la artista Didi Sand y que plasmaba de esta forma tan estética la esencia de la compañía. Una vez finalizada la presentación se sirvió un cocktail compuesto por especialidades típicas de la gastronomía alemana y austriaca. Durante el mismo también se fomentó el networking con una actividad a golpe de pinceladas de chocolate para formar un mural de cacao con una estampa típica de las ciudades presentadas. Posteriormente se cortaba en tabletas y los invitados se llevaban como regalo.
Con un souvenir del viaje como recuerdo, ya solo faltaba terminar el viaje con unas risas de la mano de cómico Leo Harlem con un monólogo alusivo al mundo de los viajes.