José Manuel Zapata nos trae sus aprendizajes del mundo de la ópera
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El autor no es un conferenciante al uso, sino un gran tenor que comparte sus experiencias, principios, ideas con la idea de sacar aprendizajes para otros campos de la vida que la ópera, y que ahora se estrena como speaker para eventos y conferencias (esta ha sido su tercera ponencia). Lecciones que son especialmente válidas en eventos, de hecho, puesto que la ópera no deja de ser un gran evento. Las repasamos.
Se puede cambiar el status quo. ¿Hay un público más tradicional que una orquesta de ópera? ¿Un mundo más reacio al cambio? Probablemente pocos… pero se puede cambiar las cosas. José Manuel cuenta cómo llevó a varias orquestas a tocar con él música “poco tradicional” (mira en youtube su versión de The Trooper de Iron Maiden) o incluso montar conciertos en los que los músicos se levantan y bailan, el tenor actúa como un semi-cómico. Un ejemplo que tendríamos que tener en cuenta en los mundos a veces tradicionales de los congresos o conferencias. De hecho, si quieres convencerte de que se puede innovar en un mundo tradicional, mira este vídeo
… sin imponer, sino llevando a la gente de forma suave. Imponer la innovación es complicado. José Manuel cuenta cómo proponía a sus escépticos partners de escenario plantear innovaciones, trabajarlas, dándoles siempre un derecho de veto sobre lo que se haría. Que no se asusten: vamos a ver lo que podemos hacer y queremos que estéis cómodos. Y con tiempo, explicación, humor, conseguir lo que no se hubiera podido decretar.
El humor es muy potente para gestionar equipos, para cambiar, para comunicar. Detrás de esta forma de convencer, pero también de reinventar la ópera, está la pasión y el humor. Que esté en el escenario o en el público, la gente es más entusiasta, más receptiva, más comunicativa si le pones humor a las cosas. José Manuel no lo ha inventado, y hay decenas de estudios que demuestran el impacto neurológico de una sonrisa o risa para conseguir lo que quieras. Pero lo olvidamos demasiado a menudo: la razón y la autoridad no siempre consiguen lo que un poco de diversión consigue.
Tenemos que pensar en los jóvenes. José Manuel observa con tristeza cómo la ópera se ha alejado de los jóvenes. Y en eventos tenemos que empezar a preocuparnos, con muchos encuentros de nuestro gremio hoy llenos de profesionales con algunas canas… Algunas asociaciones como SITE o PCMA tienen programas para jóvenes, y es algo que tenemos que trabajar especialmente. Los jóvenes son el mercado de mañana pero también una fuerza de innovación considerable (sin hacer racismo anti-mayores…). Aquí tendríamos que pensar en cómo hacer en eventos algo como las experiencias de José Manuel en el mundo de la ópera (reinvención de formatos, inclusión del humor, integración de estilos que gustan a un público más joven).
Más que ser bueno, sé diferente. En su ponencia que se inspira de una observación de figuras históricas del mundo de la ópera, José Manuel recuerda que los maestros que más se recuerdan hoy no necesariamente son los mejores a nivel técnico, sino los que han desarrollado su forma propia de cantar, de presentarse, de distribuir su música… en fin, se trata de trabajar su marca personal. Piensa en trabajar bien pero sobre todo piensa en por qué eres diferente de un competidor tuyo.
Innova, crea, sé abierto a artes diferentes… pero piensa que creas para la eternidad. Después de tanta innovación que parece sacrilegio en el mundo de la ópera, José Manuel nos recuerda algo importante, comparando Bach con un rapero actual con poco talento: crea para la eternidad, no para ser una sensación efímera. Uno tiene que estar muy abierto a estilos diferentes e innovaciones… pero no olvidar una alta exigencia de calidad. Trabajar con pasión, dedicación, esfuerzo, y pensando que lo que haces tiene que dejar una huella duradera. Seguimos escuchando a Bach… pero el rapero se habrá olvidado dentro de tres años. Seamos exigentes.
Son algunas de los mensajes de esta sesión llena de humor, de emoción, de pasión, y que nos sacudió en algunas de nuestras costumbres como organizadores de eventos. ¡Seamos revolucionarios también!