Incentivo por Israel: seis días inmersivos en el vibrante y alegre Tel Aviv

Llegada a Tel Aviv para saborear la vida cultural y espiritual de la ciudad

Al margen de las visitas técnicas, el grupo tuvo la oportunidad de visitar el complejo Sarona con entrada a los túneles templarios antes de la cena en el Whisky Bar & Museum de Sarona, es un gran complejo donde sus paredes están bordeadas con más de 1.000 variedades de whisky, “la moderna cocina del restaurante ofreció platos diseñados específicamente para acentuar los sabores del whisky”, nos señala Fernando Lalaguna (director de incentivos de la agencia).

Al día siguiente, tuvieron un recorrido más cultural visitando Tel Aviv: la ciudad antigua de Yafo, el mercado de las pulgas, la Torre del Reloj, y para terminar la jornada, cenaron en el restaurante Onza, un lugar donde un ambiente joven y vibrante de Tel Aviv se combina con la magia y el misterio del mercado de pulgas de Jaffa.

Durante el cuarto día del viaje, el grupo salió temprano hacia el puesto fronterizo Allenby para cruzar la frontera y desplazarse a Petra. Durante todo el día, visitaron la Ciudad Rosa: el Tesoro, las tumbas de colores, las tumbas reales, el monasterio…  y bajada a caballo hasta la entrada del desfiladero. Después, almorzaron en el Petra Movenpick Resort, y se alojaron en el Hotel Amman Crowne Plaza de Amman.

Acción RSC: crear un bosque en Jerusalem

Aprovechando la visita a la ciudad de Amman, “plantaron un árbol en los alrededores de Jerusalén, para ayudar a crear un bosque en Israel”, nos señala Fernando. En honor a esta experiencia, el grupo recibió un certificado de plantación de árboles y una copia de la oración especial de Planter. “De este modo su conexión con Israel durará para siempre”, añade Fernando. Por la noche, asistieron al show de luz y sonido en la Torre de David, donde las paredes de la Ciudadela se convirtieron en el escenario de un espectáculo que celebra la historia de los 4.000 años de Jerusalén. En medio de los restos arqueológicos en el patio de la Ciudadela y al son de la música original, disfrutaron de un espectáculo de 45 minutos mientras saboreaban una copa de vino, y cena en el emblemático restaurante Eucaliptus, donde degustaron su plato típico Maklube (cazuela tradicional de cocción lenta).

Último día: visita a la ciudad vieja (la Vía Dolorosa, el Santo Sepulcro, el Muro de las Lamentaciones, la Tumba del Rey David, y Monte de los Olivos). Almuerzo en el restaurante Happy Fish, y cena de despedida en el rooftop del restaurante Notre Dame, “es un restaurante que cuenta con unas increíbles vistas de la ciudad de Jerusalem, y con más de 40 quesos gourmet y una carta de vinos con más de 60 añadas diferentes de todo el mundo”, nos señala Fernando.