Incentivo en San Francisco y Las Vegas para Volvo
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Acompañamos a Volvo hasta EEUU
Programado para 2020, el viaje de BCD Meetings & Events con Volvo hasta EEUU fue uno de tantos que se han visto obligados a posponer. “Nuestro principal reto ha sido tratar de que los servicios y actividades escogidas elevaran la experiencia al máximo y que todos aportaran un valor añadido. Aunque las restricciones han obligado a cambiar el proyecto en varias ocasiones, por ejemplo los vuelos propuestos inicialmente habían dejado de operar, el resultado ha sido un éxito gracias al conocimiento del destino”.
Un cuidado programa de viaje
La comodidad ha sido una prioridad durante todo el incentivo, incluso si eso supone reducir el número de actividades. San Francisco es una de las ciudades en las que más películas se ha rodado, por lo que la tematización del primer día del incentivo fue sobre cine: los asistentes recorrieron las calles que habían servido como escenario de las películas más conocidas y disfrutaron recordando las escenas que habían visto a través de la pantalla. Cruzar el Golden Gate, visitar el bosque de secuoyas o desplazarse en double decker contemplando las mejores vistas de la ciudad fueron otras de las actividades escogidas para el grupo. “En todos los viajes de incentivo buscamos sorprender a través de los detalles y el viaje en autobús fue el broche de oro a una jornada espectacular”, comentan desde BCD Meetings & Events.
Recorrido por la ciudad con sorpresas
San Francisco es una ciudad que no deja de sorprender a sus visitantes: tomar un chocolate caliente en el famoso barrio bohemio de Castro, contemplar las casas victorianas, pasear por Lombard Street o montarse en el famoso tranvía Cable Car fueron algunas de las actividades programadas antes de hacer una parada para comprar souvenirs por Union Square, Geraldine Square o Fisherman´s Warf.
Llegada al segundo destino: Las Vegas
¿Quién no ha soñado con ir en limusina por Las Vegas? Los invitados fueron recogidos por un party bus en la que se les invitó a champán y mimosa y donde no faltó la música de Elvis mientras recorrían las calles buscando el inconfundible cartel de bienvenida a Las Vegas. “Mirar el Strip Boulevard mientras degustábamos platos americanos como nachos, hamburguesas o costillas fue una experiencia inmejorable durante el incentivo”.
La visita al Gran Cañón, programada para el siguiente día, fue espectacular: “Se trata de una de las incursiones más especiales de la zona y queríamos hacerlo a lo grande, a bordo de un helicóptero sobrevolando todo el área”. Al final del recorrido, les esperaba una sorpresa más: un picnic con cestitas y champán.
¡Nadie puede marcharse de las Vegas sin disfrutar de un espectáculo! Eligieron al Circo del Sol, la producción teatral más grande del mundo y finalizaron la jornada con otro espectáculo cenando en un tepamyaki y disfrutando de los malabares que hacen los cocineros en sus mesas en directo.
Las emociones nunca acaban
En los viajes de incentivo, los detalles llegan hasta el final: el último día estaba programado un recorrido a través del Valle del Fuego ¡en coches Mustang descapotables vinilados para Volvo! Con la adrenalina todavía en el cuerpo, el viaje terminó con una cena en el rooftop del hotel Delano.