Iberia Express despliega tecnología y creatividad para volar sin despegar del suelo

La terminal de salida de este peculiar vuelo fue el domo geodésico que se encuentra en la Ciudad Universitaria. En el exterior un panel simulaba la puerta de embarque señalando la hora y destino del vuelo. Los invitados eran recibidos como si llegaran a un aeropuerto y conducidos al domo a través de un túnel vidriado que simulaba ser el fuselaje de un avión de la compañía. Una vez dentro y acomodados en sus asientos, el personal del aparato impartía las recomendaciones de seguridad habituales en todos los vuelos.

En el interior del domo se recreó a tamaño real una parte del fuselaje de un Airbus A320, el avión insignia de la compañía. Montados sobre una plataforma que disponía de un sistema de vibración por sub-graves, 90 asientos reales cedidos por Iberia Express daban vida a este avión.

A continuación, mediante un sistema de vibración en sincronía con la proyección de imágenes en 360 grados, se generaba la sensación entre los asistentes de que el aparato se movía y despegaba. Una vez en el «aire», tras el clásico saludo e indicaciones del capitán del vuelo, se proyectaban imágenes de Tenerife, el destino al que el avión tenía prevista su llegada, así como una producción audiovisual con la historia y logros de Iberia Express durante estos tres años. Y mediante un complejo manejo de imágenes reales y generadas por ordenador, la audiencia pudo recrear una situación de vuelo real.

Para potenciar el efecto inmersivo del domo y hacer una experiencia de vuelo 360º Se utilizaron seis proyectores Christie Roadster HD20K-J con un resolución de casi 3K con más de 12 millones de píxeles. Además se contó con cinco proyectores distribuidos de forma simétrica para la base y ecuador de la proyección, y con un sexto en la cúpula propiamente dicha, lo cual permitió tener una proyección 360º x 180º.

¿Sensación de aterrizaje y despegue?

Este uno de los mayores retos de la producción, según nos comenta Diego De Anna, CEO de Newmedia. «Estábamos convencidos de que esa sensación era realizable. Pero para estar seguros de ello hicimos una simulación virtual mediante la utilización de un sistema de realidad virtual Oculus Rift que fijamos a un punto concreto y, de esa forma, poder simular lo que luego sería la plataforma o fuselaje del avión. Luego mediante la creación de una película en 360º en tiempo real lo que íbamos haciendo era modificar o cambiar el ecuador de la película para testear la sensación del despegue y aterrizaje. Una vez que vimos que esto era posible, y la sensación era creíble, nos pusimos manos a la obra para llevarlo a la escala de un Airbus A320.»

Durante tres días de acceso libre, los asistentes podían disfrutar de este vuelo 360º, participar en sorteos de vuelos, celebrar el tercer aniversario de la compañía con tarta incluida, y hacer un #droniexpress, un selfie aéreo con ayuda de un dron…por eso de seguir con la idea de altos vuelos de toda la acción.