Un hotel pop-up para hacer check-in en la belleza de Yves Saint Laurent
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Las reservas para este hotel de lujo y belleza, solo disponibles para el fin de semana del 19 al 20 de mayo, se hacían exclusivamente a través de las redes sociales de la marca. Los asistentes, a la llegada al YSL Beauty Hotel eran recibidos por un mozo de equipajes que les conducía a la recepción, donde se registraban para comenzar su recorrido inmersivo por cada una de las estancias. Un viaje experiencial y sensorial desde 1961, año en el que se crea la marca, hasta la actualidad. Ideado como un hotel-museo, el recorrido homenajeaba a Adolphe Mouron Cassandre, diseñador de la imagen de la casa y creador, en 1962, de su mítico logotipo con las iniciales YSL (la Cassandra), además de conocer las últimas innovaciones de YSL Beauté. Para ello, una de las estancias del hotel se ideó como una apacible sala de lectura y relax donde se impartieron algunos talleres y sesiones de maquillaje de la mano del nuevo national make-up artist de YSL Beauté España, Miguel Álvarez. Por supuesto, cuando los workshops estaban desarrollándose no faltaron los carteles colgados en la puerta de ‘do not disturb’.
Una experiencia de producto en cada estancia
Durante el recorrido por este hotel de lujo, cada una de las habitaciones ofrecía una experiencia diferente y estaba asociada a un hito de la marca o su producto. Por ejemplo, la habitación “Black Opium” era una estancia oscura que transportaba al visitante a Shangai para formar parte de una trepidante escapada nocturna. Las paredes de este espacio se convertían en una gran pantalla de plasma que les envolvía en una experiencia visual 360º con contenidos audiovisuales del perfume y de la ciudad.
En el “Lipstick Wall” se homenajeaba a los labios en sus múltiples tendencias, colores y modas. Además se contaba con una estancia específica donde los invitados podían ponerse en manos de profesionales del make-up para maquillarse y descubrir los últimos trucos de belleza personalizados.
En “Le Bar” se podía disfrutar de un cóctel y escuchar la mejor música del momento. Y, aunque en el YSL Beauty Hotel no se pernoctaba, no faltaba la “Y Suite” para experimentar con luces y cámaras y descubrir lo último en belleza de hombre.
Maquillaje también para transformar el espacio
El hotel pop-up ha abierto en una antigua casa señorial ubicada en la calle Ferraz. Deshabitada durante 40 años, el equipo de Efímero de Ramiro Jofre, echó mano del mejor maquillaje: la decoración y de recursos de escenográficos (telas, paneles, juegos de luces, etc.). Transformando el edificio en un espacio contemporáneo, casi futurista, creándole una “segunda piel “para respetar su pátina original”. Un total de 400m2 intervenidos que se han transformado durante una semana de trabajo previo a que abriera sus puertas y con un desmontaje de dos días; proceso en el que han intervenido 50 profesionales.