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Givenchy invita a protagonizar en Instagram su última campaña

Givenchy invita a protagonizar en Instagram su última campaña

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Por Elena Lea Si hay algo que caracteriza a la comunicación del sector de moda y lujo es el punto aspiracional y de ensueño que proyecta en el consumidor. Los spots publicitarios, los beauty films muestran escenarios de ensueño y situaciones envueltas en magia y misterio especialmente ideados para trasladar al espectador al universo de la marca. El poder trasladar al target a este mundo onírico inspiró a la agencia el Baúl de las Piqué para crear esta acción de trade marketing en el centro comercial la Vaguada de Madrid. Un espacio de 100m2 en la plaza central del centro comercial que sumergía a los visitantes en el último spot de la fragancia L’Interdit. Porque una prueba de producto en el punto de venta se puede convertir en toda una experiencia… para contar en Instagram.

¿Y dónde se desarrolla la historia del spot? Pues en una estación del metro de París donde la protagonista se adentra a descubrir pasadizos secretos y espacios clandestinos del suburbano. Y esto mismo es lo mismo que se replicó en La Vaguada, un espacio que invitaba al visitante a adentrarse en la estación L’Interdit, oculta tras un enigmático cortinaje rojo y que ofrecía una dinamización basada en la fotografía y la viralización en Instagram. Fotógrafos profesionales ofrecían una sesión de fotos aprovechando los distintos escenarios y bodegones de producto que se distribuyeron en el stand. Por ejemplo, posando frente a un fondo de espejos que creaba la ilusión óptica de infinito o dentro de una de las jaulas que aparecen en la campaña. 

El interior del stand se articulaba en torno a un espacio central que era una réplica del túnel de metro que aparece en el anuncio, con sus paredes de baldosas, asientos, asideros y barras incluidas. Un espacio que además de servir de escenario para que público e influencers mostraran su mejor perfil, también se aprovechó para realizar sesiones de formación con la red de ventas, configurando los bancos del túnel en formato escuela para poder seguir los trainings. 

Con un exterior en el que predominaban las formas cuadradas y pensado para que su protagonismo llamara la atención, tanto desde los pasillos del centro comercial, como en altura desde la planta superior o al usar las escaleras mecánicas, el branding no solo era potente a nivel de logos en el diseño del stand.  También se cuidaron detalles como el impacto olfativo con difusores que impregnaban  el ambiente con la fragancia. La prueba de producto, también tuvo su toque chic y las habituales azafatas que ofrecían los secantes impregnados en perfume e invitaban a los transeúntes a conocer el espacio Givenchy iban vestidas como la protagonista del spot con un traje de alta costura de la firma.

Esta puesta en escena y el atractivo de la dinamización (nadie se puede resistir a posar ante un fotógrafo con una trasera de impacto para alimentar sus redes sociales), tuvieron su resultado con 183 publicaciones en Instagram con el hashtag de la acción. Además, de los 3.000 tickets que se entregaron para canjear por muestras en las dos tiendas del centro comercial que participaban en la acción, se redimieron el 46% de personas que pasaron a recoger su prueba de producto.

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