Gaudí entre fogones en una noche mágica en La Pedrera
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Cuando uno tiene el privilegio de gestionar La Pedrera, como es el caso de CatalunyaCaixa, no hace falta romperse la cabeza buscando un venue para un evento único… la empresa quiso celebrar el primer aniversario de su fusión con una fiesta para sus mejores clientes que tuvo lugar en la espectacular terraza del edificio ubicado en el Paseo de Gracia.
Todo el protagonismo para el catering
Dos noches, las del 7 y 14 de julio, fueron las fechas escogidas por la empresa para celebrar con unos 700 clientes este primer año. {ms_49} creó para los invitados un ambiente relajado, cálido e intimista, con música e iluminación muy suaves para centrar absolutamente todo el protagonismo en el catering, de {ms_709}.
La invitación alentaba a los invitados a «comerse La Pedrera» y les daba la bienvenida a un «espacio de fusión entre arte y gastronomía, a los obradores del Sr.Gaudí».
Forja, ´trencadissos´ y esculturas de paté
En la terraza se instalaron tres particulares talleres o obradores en los que se recreaba el trabajo del gran maestro del modernismo: Escultura, Fuego y ´Trencadís nitro´. En el primero de ellos, por ejemplo, una escultora de Efímer creaba formas en una figura gaudiniana hecha de mantequilla con aromas de foie, que servían con tostada y emulsión de higos.
El dedicado al Fuego estaba ambientado en una forja, rodeada de pequeñas antorchas, donde se ofrecían tagliatelle de calamar y «espardenyes» de tomate confitado, mientras que en una tercera se jugaba con nitrógeno para recrear los ´trencadissos´ tan propios de Gaudí. Además de los obradores, todo el catering lanzaba guiños al arquitecto, desde el Pollo Gaudí a las croquetas cúbicas de jamón ibérico o los espriales gaudinianos de colores.
El montaje, rodeados de turistas
Por supuesto, un espacio tan emblemático como La Pedrera tiene sus ventajas… y sus desventajas. Si bien ofrece unas vistas impactantes y las formas únicas de la terraza son la mejor decoración, el hecho de estar abierta al público hasta prácticamente minutos antes del evento obligó a los organizadores a montar los talleres rodeados de turistas.
Otra dificultad práctica que se solventó fue el mantener en pie la escultura de mantequilla de foie en plena noche estival. Este punto se resolvió colocando una barra de hielo en su interior.
En definitiva, una noche para dar una imagen de creatividad por la que apuesta CatalunyaCaixa tras la fusión, y que se traslada también al tipo de eventos con los que comunica su marca.