Experiencia nipona en un incentivo entre Kyoto, Tokio y Hanone

Go! Comenzaron con una visita de carácter cultural en la ciudad de Kyoto, visitando su famoso barrio de Gion, donde tuvieron la suerte de encontrarse con las famosas geishas, artista tradicional japonesa cuyas labores consisten en entretener en fiestas. “Paseamos también debajo de los toris de Fushimi Inari, donde pudimos dejar colgados nuestros deseos y mejores sueños en forma de pequeños toris”, nos señalan desde Grupo Nuba.

La segunda parada fue Hakone. Tuvieron la oportunidad de observar el Lago Ashi desde el mirador de Komagatake donde, entre la bruma, asomaba el famoso Monte Fuji. Después de la caminata no había mejor lugar para alojarse que un tradicional Ryokan. “Siguiendo la filosofía de Nuba, escogimos el más exclusivo de la zona de Kowakien Tenyu, que además estaba recién reformado”, nos señalan desde la agencia. Una vez allí el grupo se relajó en las bañeras privadas de sus habitaciones con agua termal, ¿quién podría resistirse a esta experiencia que depura cuerpo y mente?

El último destino del itinerario. Fue la cosmopolita ciudad de Tokio, donde se alojaron en el que se puede considerar el hotel más top de la ciudad, el Hotel Conrad Tokio. Este impresionante alojamiento se encuentra ubicado en el barrio de Ginza y está rodeado de todas las tiendas de las mejores marcas a nivel internacional. Recorrieron la ciudad a un ritmo frenético, explorando sus rincones, diferentes barrios y disfrutando de experiencias fuera de lo común, como montar en el monorraíl autónomo que circula sin ningún tipo de conductor.

Finalizaron el viaje con una cena de gala en un precioso jardín japonés, “pero no podíamos irnos del país sin mostrarles a nuestros invitados uno de los mayores avances en el sector de la automoción”, nos señalan desde Grupo Nuba. Durante la velada, contaron con una ponencia del CEO de la primera compañía a nivel mundial que va a comercializar el “coche volador”. El presidente desveló, además, próximos avances y alguno de los secretos que le han permitido conseguir lo que todos soñábamos de pequeños.

Un viaje, un concepto creativo. Todo el viaje estuvo ligado al concepto del aprendizaje; “convertimos a nuestros invitados en verdaderos aprendices”, nos señalan desde la agencia. Cada día, y divididos en pequeños grupos de trabajo, iban adquiriendo conocimientos relacionados con varios conceptos de la cultura japonesa. Todos ellos aúnan valores que consideran esenciales a nivel corporativo y que en nuestra cultura occidental siguen siendo casi desconocidos. Todo este concepto creativo estuvo apoyado con la creación de una web y una aplicación de viaje. “Conseguimos posicionarnos como agencia puntera en desarrollo de viajes 360º en la nueva sociedad 5.0”, nos señalan desde Grupo Nuba.